El cuerpo de Nicolás Tula fue encontrado en un zanjón tras estar desaparecido durante cuatro días. Algunas de estas heridas fueron provocadas en sus partes íntimas.
Nicolás Antonio “Toño” Tula, un peón rural de 36 años, fue encontrado muerto el 9 de mayo en una zona rural en Santa Cruz. Había sido visto por última vez el 5 de mayo.
Tula trabajaba en la estancia “Magallanes”, ubicada en Las Heras, y era oriundo de Caleta Olivia. Su cuerpo fue encontrado oculto en un zanjón, debajo de varias ramas y una chapa. Se detuvo a un hombre por el homicidio.
El cuerpo fue hallado aproximadamente a 8 kilómetros de la estancia “Los Álamos”, que había sido registrada días antes. Fue allanada por segunda vez y se incautaron prendas de ropa con manchas de sangre, armas de fuego y cuchillos.
En el lugar encontraron huellas de arrastre, por lo que se presume que el hombre fue asesinado en otro lugar y luego llevado al zanjón para ocultarlo.
Un peón de 50 años, empleado de la estancia “Los Álamos”, se encuentra detenido como sospechoso del crimen. Su hijo de 16 años también fue demorado, pero luego fue liberado por ser menor de edad.
Autopsia
El informe de la autopsia determinó que murió a causa de heridas punzocortantes que le causaron un shock hipovolémico. “Toño” Tula fue víctima de una larga sesión de tortura antes de morir, ya que su cuerpo presentaba más de 30 heridas punzocortantes, entre ellas algunas superficiales y otras profundas.
“Esto nos indica que querían hacerlo sufrir antes de quitarle la vida”, señalaron fuentes a la Opinión Austral y es que además, algunas de estas heridas fueron provocadas en sus partes íntimas.
Una de las hipótesis que se maneja sobre el motivo detrás del crimen de “Toño” , es que se habría acercado a una mujer de la familia Hernández.
El próximo 23 de mayo, la justicia deberá resolver si el hombre de 50 años , si dicta una falta de mérito o lo sobresee debido a la falta de pruebas que demuestren su responsabilidad en el crimen.