La compañía opera en las áreas de Chorrillos, Palermo Aike, Campo Bremen y Moy Aikeen ubicadas en el sur de Santa Cruz y avanza con un peligroso e inaceptable proceso de desinversión. Sin embargo, el gobierno de Alicia Kirchner no hace absolutamente nada, en lo que pareciera ser algún tipo de acuerdo muy poco claro.
Terminando mayo, la provincia de Santa Cruz atraviesa por un nuevo conflicto en la actividad hidrocarburífera y con justos argumentos planteados por el Sindicato de Petroleros de Santa Cruz.
Sucede que el gremio de petroleros de base realizó un paro general de actividades en reclamo del plan de desinversión que lleva a cabo Interoil, que no perfora ni invierte un sólo peso en la provincia, pero que es peligrosamente avalado por el gobierno de Alicia Kirchner.
Y justamente, en medio de un paro que llevó a conciliación obligatoria y con peligro de pérdidas de puestos de trabajo para más de 200 personas, el gobierno de Santa Cruz permanece en silencio, no le exige absolutamente nada a Interoil y tampoco acepta reunirse con el gremio de la actividad hidrocarburífera.
Ese peligroso silencio del gobierno de Alicia Kirchner, en medio de una total desinversión por parte de una empresa a la cual ya se le deberían haber exigido que se retire de Santa Cruz, da para pensar cualquier cosa. Y sí, cuando nadie habla es porque poco y nada tiene para decir.
Sin embargo, el gobierno debería tener argumentos para defender una situación que, evidentemente, es indefendible a la luz de los hechos.
EL PROBLEMA
Sucede que Interoil, compañía opera en las áreas de Chorrillos, Palermo Aike, Campo Bremen y Moy Aikeen ubicadas en el sur de Santa Cruz, evidencia una falta de inversión en mantenimiento (con más de 50 pozos fuera de servicio); en reactivación de pozos; falta de vehículos; acopio de residuos contaminados y/o peligrosos sin tratamiento; yacimientos sin cobertura médica; y alcoholímetros sin calibración, entre otras falencias.
Con justa razón en este caso, desde el Sindicato de Petroleros, no le exigen a Interoil un plan de perforación sabiendo que son yacimientos maduros, regalando los recursos de Santa Cruz.
“Acá hay un responsable, y es el Instituto de Energía, que en enero del 2020 entregó estas áreas a una operadora que ni siquiera conocía dónde estaban los yacimientos”, indicaron desde el sindicato sin reacción del gobierno.
Cabe recordar que el Instituto de Energía tiene como presidente al cuestionado Matías Kalmus, que no está cumpliendo con las expectativas de nadie en un cargo que, definitivamente, le quedó grande.
Para colmo de males, el jueves pasado la Cámara de Diputados tenía que prestar acuerdo para renovarle el cargo a Kalmus en el Instituto Energía, tras la confirmación allí por parte de la gobernadora.
Allí, los diputados Elorrieta (Ser Santa Cruz), Faty Oliva (Encuentro Ciudadano) y Ricci (UCR) votaron en contra de la designación de Kalmus, mientras que todo el Frente de Todos votó a favor, en lo que otro legislador como José Luis Garrido, que tampoco apoyó, denunció como un acuerdo entre Matías Mazú y Matías Kalmus. Lamentable.
El Diario Nuevo Día