EL VERDADERO PROBLEMA DEL DESABASTECIMIENTO DE ZONA FRANCA RÍO GALLEGOS, ES QUE LOS INVERSIONISTAS NO TIENEN PLATA Y EL BCRA IMPIDE EL GIRO DE DIVISAS.
Motivados por una queja permanente de la gente que concurre a Zona Franca de Río Gallegos, con la expectativa de adquirir bienes a un dólar favorable, precios más baratos y la posibilidad de comprar productos importados y se encuentran con desabastecimiento en prácticamente todos los rubros y especialmente en el referido a la venta de cubiertas, accesorios de autos, juguetería y electrodomésticos, OPI consultó a un comerciante/inversionista de esta provincia, quien, inicialmente tuvo la iniciativa de organizar “una UTE económica y comercial” (como la llamó) para generar el respaldo financiero suficiente a fin de evitar lo que actualmente ocurre con la falta de mercadería en la zona comercial con beneficios aduaneros.
Nuestra fuente es un usuario quien manifestó tener problemas con la oficina de Comercio Exterior del Banco Santa Cruz y refirió al respecto, que en la Zona Franca de esta capital no hay abastecimiento normal de mercadería, entre otras cosas, por cuanto el BCRA (Banco Central de la República Argentina) está tardando mucho con los trámites de importación y pone demasiadas trabas para girar divisas al exterior. El otro gran motivo, según su perspectiva, es que los capitales involucrados no tiene el suficiente volumen como para hacer las inversiones en la magnitud que el sistema de venta necesita y requiere.
Esto, según manifestó nuestra fuente, se agrava por el problema de que en Río Gallegos no hay bancos que tengan oficinas de “Comercio Exterior”, como corresponde en cada localidad donde existe una zona de este tipo, libre de impuestos y de venta minorista o mayorista.
“Un trámite que normalmente dura dos o tres días, acá dura tres meses. Es decir, que el inversionista no tiene la seguridad de poder mantener la cadena logística necesaria para abastecer su negocio y eso es fundamental en una zona franca, donde la mercadería se vende tan rápidamente como debe ser repuesta. Y eso en ésta ZF, no sucede”, explicó nuestra fuente empresaria.
Con respecto a la excusa de todos los concesionarios de ventas en zona franca, que aluden a problemas de la Aduana, como punto clave para justificar la falta de mercadería en los stand de ventas, el empresario negó que sea así y explicó que en general no siempre se trata de un problema aduanero, sino de la falta de certificación de la mercadería que es comprada afuera e ingresa al país “Lo que pude averiguar en Buenos Aires es que no están presentando el certificado de homologación y seguridad de la mercadería y eso, indefectiblemente, traba todo el trámite de liberación de lo que debe llegar a las estantería de los comercios de Zona Franca – dijo y agregó – Sin ese trámite no entra mercadería en ningún lugar del país y eso lo sabemos cualquiera de los que alguna vez hicimos comercio exterior. En el caso de las cubiertas de autos, por ejemplo, una de las principales quejas que escucho, es que solo metieron una reposición por 400 cubiertas, es decir para 100 autos y esto nos lleva a la otra realidad: los inversionistas locales no tiene espalda económica suficiente para sostener el nivel de inversión y abastecimiento que se necesita en estos casos”, apuntó
Señalando que su iniciativa financiera apuntaba, fundamentalmente, a subsanar este problema crucial al concebir un negocio de este tipo en la provincia, con un procedimiento financiero adecuado para sostener el flujo de inversión en un mercado deprimido como el nuestro y en un país con serios problemas económicos que no permite tener previsibilidad a largo plazo, la fuente resumió todo en una frase “Mirá – señaló sin vueltas – tener un negocio en una Zona Franca, en cualquier lugar del país y del mundo, es para gente con mucho respaldo financiero. Es para gente con plata. Se trata de un negocio multimillonario, donde los inversionistas deben estar a la altura de los movimientos y los volúmenes de dólares que requiere este negocio, el cual tiene una dinámica propia, distinta a la de cualquier otro negocio. Y no se trata de ganar mucho con poco, como estamos acostumbrados los comerciantes en este país, sino de mover mucho con márgenes óptimos en base a las exenciones que tienen este tipo de comercio” y aclaró “Los inversionistas en la ZF de Gallegos deberían ingresar reposiciones por 500, 600 u 800 mil dólares y lo hacen por 50 o 60 mil dólares, con lo cual está claro que no tienen plata y esto es para gente con mucha plata y si quieren un ejemplo vayan a Chile e investiguen cómo se manejan los capitales que hacen crecer la ZF de Punta Arenas y ni hablar en Iquique”, concluyó nuestra fuente, quien resumió todos los problemas (básicamente) a tres aspectos fundamentales: la falta de organización comercial de los bancos para el negocio exportador, los problemas logísticos de abastecimiento por falta de capital y las trabas que impone el BCRA debido a los problemas para girar divisas al exterior, entre otros inconvenientes que subsisten en la Zona Franca de Río Gallegos.
(Agencia OPI Santa Cruz)