La conducción de ATE Santa Cruz negoció con Alicia Kirchner la incorporación a planta permanente de cientos de dirigentes políticos a cambio de la firma de los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) que el gremio estaba reclamando.
El Estado santacruceño está superpoblado, eso es algo que todos sabemos y el gobernador Claudio Vidal repite seguido. Son más de 95.000 empleados estatales entre activos, pasivos, monotributistas, cooperativistas y programas como el “Potenciar Trabajo” los que figuran en la nómina de personal y los contribuyentes tienen que sostener. La situación económica y financiera de la Provincia es alarmante y seguir sumando gente no ayuda.
En este contexto de crisis económica y financiera, el nuevo secretario general de ATE Santa Cruz, Carlos Garzón, acordó hace un poco más de un mes pasar a planta permanente a los cargos políticos de Alicia y Máximo Kirchner para que Vidal no pueda dejarlos sin contrato y queden a resguardo, a cambio negoció la firma de los CCT sectoriales de la Caja de Previsión Social, la Agencia de Medios Audiovisuales y Fomicruz.

De esta manera, el sindicato no logró una victoria, tan solo complicó un poco más al resto de los trabajadores estatales que no puede recibir mejores aumentos por la sobrecarga de empleados que existen hoy en el sector público. Fue cómplice para refugiar a muchos cargos que persiguieron y maltrataron a los propios compañeros trabajadores en muchos sectores del ámbito público. Varios de ellos denunciados en la justicia por afiliados de ATE. Poco y nada de ampliar los derechos de los trabajadores.
Los “cargos políticos” no son empleados de carrera en el Estado, sino de dirigentes que ocupaban cargos de conducción política, que cesan cuando terminan el mandato. Muchos utilizan este artilugio para pasar a engrosar la planta de trabajadores del estado y conservar ciertos privilegios políticos,
El acomodo para los amigos se terminó. Vamos a denunciar y a identificar las acciones de corrupción que nos trajeron a este desastroso presente.
El estado de las cuentas de la provincia es calamitoso y eso es consecuencia de una administración irresponsable, que se agrava con la pretenciosa “avivada” de meter, escondido en las paritarias y por la ventana, a un puñado de dirigentes que se niegan a perder sus privilegios.
“Lo hemos dicho hasta el cansancio, vamos a jerarquizar y a defender a los que trabajan, no vamos a avalar los privilegios, la trampa, el engaño y las avivadas” han repetido en todo momento diferentes funcionarios del gabinete provincial en estos primeros días de Gobierno.
Está claro que con esas acciones no defienden al pueblo, como pregonan en sus discursos, ni a los propios trabajadores. Los perjudican y los ponen en riesgo engordando un Estado que no puede asumir sus compromisos.
Fuente: Vanguardia del Sur.