El diputado Godoy no se dio cuenta que a nivel nacional el kirchnerismo fue eyectado del poder y la decisión sobre YCRT ya no les corresponde.

El tratamiento de la Ley Bases polarizó a los propios legisladores de la provincia, quienes piensan en dos direcciones: algunos creen que YCRT no debe ser privatizada y los otros, que es mejor una propiedad coparticipada (con presencia estatal y privada), que, dejar al yacimiento liberado a la decisión de cerrarlo o privatizarlo en su totalidad.

Esta última opción fue la explicación que dio el diputado nacional Sergio Acevedo (SER), al momento de plantear su voto positivo a la Ley Bases, en este aspecto. El legislador, entiende que de todos los males, es el mal menor. No aceptar esta figura coparticipada, sería exponer a YCRT a un cierre, a la suspensión de la actividad y/o someterla a la motosierra de Milei, quien ya manifestó su intención de cederla a un privado, a como dé lugar.

Con algunos matices, lo mismo piensa la diputada Roxana Reyes (UCR) y José Luis Garrido (SER), quienes votaron afirmativamente esta posibilidad de supervivencia de YCRT, en medio de esta suerte de “sacudida” que hace el presidente Milei, de aquellas empresas deficitarias que no producen e insumen capital público.

Sin embargo, hay un sector político de la provincia que no lo ve así. Por ese motivo el diputado Carlos Godoy le reprochó la actitud sostenida en el recinto, a los diputados nacionales que aprobaron esta modalidad de empresa.

El legislador de la cuenca carbonífera, la diputada Ana María Ianni y la senadora Alicia Kirchner, rechazaron y rechazarán en el senado (en el caso de Kirchner cuando deba votar) la nueva empresa propuesta por el Ejecutivo nacional. Sin duda no entienden algo sustancial: el kirchnerismo ya no está en el poder, no ocupa el gobierno nacional y no puede decidir los destinos de YCRT, excepto con alguna influencia mediante el voto en el Congreso.

Si bien los legisladores tienen voz y voto en las comisiones y en el recinto pueden expresar sus posiciones, sus ideas y mantener una posición firme y diametralmente opuesta al propio Milei, no es menos cierto que no es decisión exclusiva de un diputado o un senador, impedir que el gobierno tome una medida a favor o en contra de la empresa, porque le asiste la potestad de hacerlo por los próximos 4 años, tal como lo remarca la Constitución Nacional de la misma manera que por cuatro periodos, en los últimos 20 años, le tocó hacer al propio Kirchnerismo tanto a nivel nacional como provincial y municipal en Santa Cruz.

Carlos Godoy hizo declaraciones anteponiéndose a la Ley Bases y pidiéndoles a los senadores Gadano y Carambia, que aún no se han expresado, que voten en contra de la figura coparticipada que Milei intenta aplicar a la empresa productora de carbón de Río Turbio.

El diputado provincial sostiene que junto con Ianni y Alicia Kirchner rechazan cualquier cambio y/o modificación a la estructura jurídica de YCRT adoptando una expresión corporativa que nadie le pidió y mucho menos apoyó, cuando señaló que esa postura no es solo de ellos personalmente “no solo queremos los pobladores de la cuenca si no, los santacruceños en general“, dijo rotundamente.

Todavía no se dio cuenta

Sin duda el señor Godoy está muy lejos de la realidad que vive el país y la provincia. Tiene un déficit cognitivo o bien no ha logrado asumir que el kirchnerismo al cual él responde, defiende y apoya, no está más en el poder; ni siquiera es gobierno en Santa Cruz y mucho menos a nivel nacional, de donde depende la sobrevida de YCRT.

El diputado pretende que YCRT siga siendo sostenida, abastecida y promovida por el Estado nacional, aún cuando el propio Presidente ha colocado a la empresa en una lista de aquellas a ser privatizadas y en caso de no prosperar, cerrarla definitivamente.

No obstante lo obvio: piden algo que va contra las convicciones de quien hoy ejerce la presidencia de la Nación; Godoy, Ianni y Kirchner, los intendentes de 28 de Noviembre y Río Turbio y los sindicatos que actúan en el yacimiento, sosteniendo que juegan en favor de los intereses de la cuenca y de los trabajadores, le ponen la bandera de remate a YCRT, por cuanto (y ya lo dijo el gobierno) si no produce y se autoabastece, corre riesgo de ser cerrada. Y Godoy pretende “asustar” a Milei con una inconsistente amenaza por lo que, supuestamente, piensa y quiere “el pueblo de Santa Cruz”, como si eso lo fuera a inquietar al presidente quien, como si fuera poco, ganó en la provincia de Santa Cruz con votos hacia La Libertad Avanza, en las últimas elecciones del 2023.

No hay dudas que Godoy y quienes lo acompañan, creen que aún siguen en el poder y no reflexionan que si cuando estuvieron en el gobierno, hubieran hecho algo realmente pensando en la empresa, por ejemplo, una figura legal sustentable en el tiempo, la hubieran hecho producir, tener un perfil comercial, le habrían aportado a la cuenca un argumento sólido y de peso ante Nación, al momento de plantearle un desacuerdo de este calibre. Pero nada de eso pasó y hoy le reclaman a un gobierno que no es el propio, que haga lo que ellos hicieron por 20 años: nada, subvencionar un yacimiento improductivo que solo generaba conflictos.

Godoy, Ianni y Kirchner, más los sindicatos y los intendentes de la cuenca, pretenden que el Estado nacional siga absorbiendo el déficit millonario que insume la empresa ociosa y sosteniendo los privilegios que usufructuaban en épocas donde aún sin trabajar ni producir, el sueldo les llegaba a los cajeros automáticos y no reconocen que esa decisión ya no pasa por ellos. Todos los que se oponen perdieron su oportunidad de hacer algo por salvar a YCRT y hoy, quieren obligar a un presidente que piensa diametralmente distinto al populismo del cual hacen gala, a que continúe el desquicio en el que han transformado a la empresa.

En el supuesto caso que el gobierno nacional perdiera la Ley Bases y que los opositores K “ganen” la pulseada negándole a YCRT una salida más digna y sustentable, todos estos que hoy se llenan la boca con “la dignidad de los pobladores de la cuenca” y le niegan una salida honorable a la empresa, tendrán que responder ante la opinión pública y “el pueblo” que dicen representar.

Si la motosierra cae definitivamente sobre el yacimiento y MIlei decide cerrarlo ¿Cómo van a explicarle a la gente que fue mejor perder todo que aceptar una propiedad participada, la cual no es una nueva idea, ya que el propio kirchnerismo con CFK a la cabeza, se había barajado implementar una figura mixta de este tipo?.

Y la decisión de desfinaciarla definitivamente o cerrarla, lamentablemente, el presidente no está obligado a consensuarla; todos ellos lo saben, pero aún así, siguen tirando de la cuerda. (Agencia OPI Santa Cruz)