El gobierno de Santa Cruz ya no puede garantizar ni siquiera los servicios.

La falta de inversión de muchos años en Santa Cruz tiene graves consecuencias y lo que ya se sufre hace años en Caleta Olivia ahora también se padece en Río Gallegos. Los problemas con la energía y con la falta de agua se agudizan y las soluciones no aparecen. Más de una “década ganada” que fue para unos pocos.

Parece increíble que Santa Cruz ya acumule cuatro gobiernos nacionales de fuerte conducción kirchnerista y más de 30 años del mismo espacio político para una provincia que hoy es pobre, que no tiene industrias, que no impulsa el trabajo en el sector privado y donde muchos ciudadanos no pueden aspirar a más que ingresar a alguna repartición pública para sobrevivir.

Pero como en Santa Cruz siempre se puede estar peor, ahora los históricos problemas por la falta de servicios que se sufren en la zona norte de la provincia también comienzan a padecerse en la zona sur y particularmente en Río Gallegos, una ciudad que creció al ritmo de las campañas electorales, con la entrega de terrenos sin servicios.

La consecuencia es lógica, pero parece no haberle importado a ninguno de los gobiernos kirchneristas que manejaron la conducción política provincial y hoy en Río Gallegos, así como en Caleta, falta agua, pero también hay días en los que falta energía, hay barrios en los que no llegan ni llegarán los servicios y vecinos que se calefaccionan con leña o utilizan garrafas que duran muy poquito.
¿Cuál es la situación? La situación es grave y la realidad es que el gobierno que hoy conduce Alicia Kirchner no puede garantizar ni los servicios. No puede garantizar la educación, la salud ni la justicia.

En la capital de Santa Cruz, hay una planta potabilizadora que quedó chica, que fue proyectada para 60 mil habitantes, pero hoy la ciudad tiene mucho más que el doble. No se construyó otra ni se trabajó con la actual, que tiene claras deficiencias para cubrir las necesidades de los vecinos. En Servicios Públicos lo saben, pero por desinterés o incapacidad nada se hace.

En la mañana de este viernes tiene aún a muchos vecinos de Río Gallegos padeciendo la falta de agua, en algunos casos cumpliendo una semana de pedidos, ruegos y quejas para higienizarse en tiempos de pandemia. Sí, en tiempos de pandemia.

Demás está decir que las escuelas y los jardines de Río Gallegos tampoco tienen agua y que hasta los más chicos sufren las consecuencias de años de sobreprecios y corrupción en una provincia donde nada cambia y todo parece ir para peor. (El Diario Nuevo Día)