Desde la época en que el Frente para la Victoria se ufanaba de ostentar la línea de poder “Nación-Provincia-Municipio” mencionamos a la UTN Universidad Tecnológica Nacional Río Gallegos como “la Unidad Básica” donde, además de desplegar política partidaria, utilizando las instalaciones y el presupuesto universitario (de todos los argentinos), los responsables de esa casa de estudios, transformaron la loable finalidad de educar y formar profesionales argentinos, es la cuna politiquera de un puñado de becarios de los dineros públicos que en calidad de decanos, rectores, personal administrativo y algunos docentes, se camuflan para producir actos partidarios, usar los recursos y las instalaciones que son de los argentinos, para hacer política barata.
Así ocurrió este viernes último oportunidad en la cual, dándole un uso político ilegal a los claustros, pero que el gobierno de Milei no ve porque está muy preocupado “en recortar privilegios a las universidades”, presentaron un libro escrito por dos militantes, sobre el intento de homicidio de Cristina Fernández el 1° de septiembre del 2022.
En la Unidad Básica UTN Río Gallegos, usaron de la palabra (como no podía ser de otra manera), Pablo González, un todo terreno de la doblemente condenada, quien abrió el acto político cuestionando a la Justicia, no olvidar que el kirchnerismo fundó la teoría de Lawfare y si bien González consintió que “los autores” fueron enjuiciados, circunscribió todo a la falta de los responsables intelectuales y al discurso de odio “de la derecha” y “a los medios de comunicación”.
Y quien se hizo cargo del cierre fue Sebastián Puig, el rector de la UB, quien claramente y sin eufemismo dijo “Esta es la Universidad Obrera, esta es la universidad peronista, esta es la universidad del pueblo” y agregó “El pueblo tiene memoria y no debemos normalizar la violencia institucional ni los intentos de magnicidio”.
Y Puig tiene razón, sin duda la UTN a su cargo ha sido transformada en un reducto político kirchnerista, huelgan los ejemplos de las transas que hacía esa casa de altos estudios bajo la administración de Goicochea con Julio de Vido en el Ministerio de PLanificación, YCRT e Isolux Corsán y si como dice el Rector, “el pueblo tiene memoria” y no debería haber normalizado la violencia institucional, como lo hizo el peronismo/kirchnerismo cuando fue asesinado el Fiscal Alberto Nissman en pleno gobierno de Cristina Fernández, a solo dos días de haber anunciado en TN que destaparía con detalles, los negocios del kirchnerismo con Irán y las acciones de encubrimiento que incluían la firma del Memorandum vergonzoso de la entonces presidente, para liberar al país terrorista de la responsabilidad primaria y ejecutiva que tuvieron en los atentados producidos en el país en la década del ´90.
Lamentablemente, fueron ellos mismos los que hablan sin memoria, quienes hicieron todo lo posible para borrar el magnicidio de un fiscal de la Nación y sepultar la verdad en medio de complicidades y maniobras criminales para ocultar o destruir pruebas.
Ese sí fue un magnicidio y de ello no escribieron nada ni hicieron un acto en la Unidad Básica UTN Río Gallegos. Solo para sostener el relato, el kirchnerismo elude la verdad, pero como dijo Puig, “el pueblo tiene memoria” y acá estamos para escribir sobre el “lado B” de esta historia que, precisamente, es sesgada, incompleta e intrascendente. (Agencia OPI Santa Cruz)