OTRA VEZ EL CALAFATE!: PACIENTE PSIQUIATRICO TUVO QUE SER “ASISTIDO POR LA POLICIA”. EL HOSPITAL SAMIC LE NEGO LA AMBULANCIA.

Ante la inacción de los profesionales de salud la policía de El Calafate debió intervenir en la asistencia de un joven de veinte años en un aparente brote psicótico. Por orden de la medica de turno del Hospital SAMIC le negaron la ambulancia para el traslado del paciente.

𝐒𝐢𝐭𝐮𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧 un 𝐛𝐚𝐫𝐫𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐥𝐚𝐟𝐚𝐭𝐞 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞𝐚 𝐜ó𝐦𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞 𝐬𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐬𝐢𝐪𝐮𝐢á𝐭𝐫𝐢𝐜𝐨.

Fue alrededor de las 10 de la mañana del domingo, en la calle 40 de El Calafate.
Desde una vivienda familiar avisaron a la policía que un hombre había entrado a la casa.
Cuando los policías llegaron se encontraron con un joven de unos 20 años dentro de la vivienda, sin que se apreciaran cuáles eran sus intenciones.

Los efectivos intentaron dialogar con él. El contacto no fue posible. El chico no respondía a ninguna consigna ni pregunta.


Supusieron que estaba bajo algún estado “psicótico”.

Los intentos por establecer una comunicación fueron durante varios minutos. No estaba agresivo con ninguna persona en particular, y tampoco respondía para salir de la vivienda.
Los policías tuvieron que abalanzarse sobre él y reducirlo. Lo hicieron con cuidados para no lastimarlo, pero no pudieron evitar la fuerza para esposarlo. El chico solo gritaba “¡Por Favor, por favor!”.

A ese entonces eran unos seis policías uniformados dentro de la vivienda, intentando controlar al chico.
Mientras lo quitaban de la vivienda los policías llamaron a la guardia del hospital, pidiendo la asistencia de una ambulancia.
La respuesta de la guardia del hospital SAMIC fue que por indicación de la médica de turno, la ambulancia no acudiría al lugar.
Los testimonios y documentación a la que accedió Señal Calafate indican que los policías se mostraban impotentes ante la situación, ya que sin tener un diagnóstico de su salud mental, se daban cuenta que el joven no estaba bien, y que no se trataba de un delincuente, pero al mismo tiempo debían reducirlo para evitar que le pudiera hacer daño a alguna persona o a si mismo.
Sin las herramientas que da el conocimiento profesional de la salud mental, los efectivos intentaron tranquilizarlo.
Ya en la vereda, mientras esperaron la ambulancia, el chico tuvo que ser esposado nuevamente. Los policías no querían, pero debieron hacerlo de nuevo; sujetarlo con fuerza y doblarle los brazos para ponerle otra vez las esposas, como hacen habitualmente con los delincuentes.

La ambulancia no llegó, por lo que los integrantes de la fuerza de seguridad tuvieron que llevar al chico, esposado y en patrullero policial, hasta el hospital, donde quedó en observación.

El joven fue identificado como un paciente psiquiátrico en tratamiento, atendido por profesionales del mismo hospital calafateño.

El hecho no es único. Ya varias veces los policías debieron enfrentarse a situaciones con pacientes psiquiátricos alterados.
Los policías saben que son los primeros que llegan ante un requerimiento dónde la integridad de una o mas personas está en peligro. Pero también saben que no son ellos quienes tienen que hacer el abordaje, porque no se encuentran preparados para esos casos. “Tiene que ir una ambulancia, tiene que ir alguien de Salud Mental”, demandó un policía que habló con Señal Calafate.
Coincidentemente, el hecho ocurrió a pocas horas que una joven paciente psiquiátrica intentó escapar del hospital, cayendo del primer piso y causándose multi lesiones.

La indicación médica previa fue que la chica quedara internada con custodia policial, cosa que finalmente no ocurrió.
Ya es común ver efectivos policiales en el área de internación, “custodiando” a pacientes, que no cometieron delitos.
Son dos casos que tomaron estado público, pero no son los único que ocurren en la cotidianidad local.
Las reiteradas situaciones demandan planteos de fondo sobre la aplicación de la ley de Salud Mental en El Calafate, y las competencias de cada organización estatal.

Desde el hospital, profesionales vienen diciendo que el nosocomio no está preparado ni siquiera para la internación temporaria de pacientes.
Policías sostienen que deben intervenir ante un delito o riesgo de vidas, pero que necesitan asistencia profesional en el momento del trato con esos pacientes y que no deberían ser enviados al cuidado de ellos dentro del hospital.
Son solo dos planteos en un complejo tema que necesita también un trabajo interinstitucional sin fotografías para las redes y que sea efectivo en la practica.

Con información de Señal Calafate/Propias.