Me llamó la atención la forma inescrupulosa, impune y grandilocuente con la cual el Presidente de la Comisión de Fomento de Cañadón Seco, Jorge Soloaga, hizo su discurso político en una fecha patria como el 25 de Mayo, utilizando una audiencia que espera más humildad y ubicación de una persona cuestionada públicamente, de conducta irregular y moral cuestionable, quien en vez de ceñirse a la fecha conmemorativa, pretendió sumar opinión partidaria a un evento que ni siquiera debería contarlo como único orador, debido a que no posee los valores necesarios para encarnar un ejemplificador mensaje de unidad.
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Como es propio del funcionario de Cañadón Seco, se escuchó un discurso anclado en los años 50, con un lenguaje pseudo revolucionario del peronismo que murió con el General y usando un sesgo eminentemente político/partidario, en medio de un acto patrio. Pero más allá de todo lo que dijo, haciendo una flagrante crítica al gobierno nacional y sin encuadrar su alocución a la fecha y los acontecimientos que inspiró la gesta de Mayo en la Argentina, Soloaga dijo:
“Queremos una patria libre, soberana, independiente y de pie por la dignidad de todos nuestros hermanos, sin sátrapas, corruptos ni cipayos ni entregadores vendepatria, ni yugos que la aten al carro de ningún poderoso de adentro o de afuera”.
Yo me pregunto si se estaba autodefiniendo. Quizás una persona que tiene encima un baldón increíblemente pesado, como es un proceso judicial donde está imputado por abuso sexual y a días de ir a juicio oral, debiera medir sus palabras, porque sin duda con su interpretación de las conductas humanas, mencionando a sátrapas, corruptos y cipayos, se pone él en la vereda de enfrente, pretendiendo elevar el dedo acusador, cuando se encuentra más sucio que una papa y tiene la posibilidad de seguir en funciones, porque en la Argentina actual, cualquier pato es escopeta y no se piden antecedentes ni hoja de ruta moral, para ocupar un puesto público.
Soloaga, no desconoce sino omite, recordar que el triunfo de Javier Milei, no se debió al poder político de un candidato que carece de mayorías, gobernadores e intendentes; la gente votó en contra del peronismo/kirchnerismo, hartos de los desastres, la corrupción, la destrucción de la moneda y el atropello a la inteligencia pública que hicieron durante 20 años en los que destrozaron el país. Y esa parte de la historia, que va en contra del espíritu de la gesta de Mayo, estuvo ausente del discurso de Soloaga, porque lo involucra como parte activa de los grandes demoledores institucionales que hundieron la argentina próspera que los hombres de Mayo, soñaron.
Y la máxima expresión dialéctica de Soloaga, apostando a las frases del pensamiento barroco que lo invade cada vez que habla en público, fue “En Argentina queremos libertadores para romper cadenas, no libertarios para construirlas”. Suena bien pero deja una parte a la interpretación libre que bien podemos, sustituyendo términos, adaptarla a la realidad de nuestra provincia: “En Santa Cruz queremos funcionarios honestos para ocupar cargos públicos y no abusadores para poblarlos”. (Agencia OPI Santa Cruz)