Hace poco escribí una columna donde criticaba la actitud de la UCR provincial, partido que resumí en la metáfora de la “proyección astral”, por lo cual considero que el partido de Irigoyen perdió el alma y el rumbo en la provincia y casi todos los dirigentes del partido, buscan apoltronarse en algún cargo en la provincia, en la legislatura o en el Congreso, acompañando a cualquier partido que los lleve, entre ellos LLA o el SER de Claudio Vidal.
En relación con la aprobación en la Cámara de Diputados de la nación del aumento para los jubilados, en contra de la posición antinatural del gobierno, quien tiene a los pasivos con 330 mil pesos hambreados y en la indigencia, mientras Caputo triplica el presupuesto de la SIDE para equipar a los trolls y perseguir a opositores y periodistas, Roxana Reyes que se abstuvo de votar a favor, trató de argumentar ante la opinión pública su “no voto”, anclando el argumento en que la UCR tiene un proyecto propio al respecto y la otra excusa (la real, que verdaderamente la llevó a negar su aprobación), es que aprobar ese aumento a los pasivos, sería una irresponsabilidad fiscal, por cuanto, esa masa de dinero que debería disponerse, atentaría contra el equilibrio del déficit, única meta del presidente Milei y por lo cual hambrea a gran parte del universo de jubilados de la mínima, algo con lo cual la diputada nacional por Santa Cruz y de acuerdo al voto de ayer, está alineada.
Si bien es claro el alineamiento de Roxana Reyes con La Libertad Avanza, soñando que puede mezclarse en alguna boleta en las próximas elecciones, aunque no descarta hacerlo por dentro de “Por Santa Cruz”, llegado el caso, se le termina la beca en algunos días y no le molesta ni ve como irresponsable fiscalmente, que los senadores se voten un salario base de 9,5 millones de pesos y los diputados nacionales como ella, que hoy ganan entre 6 y 7 millones de pesos, estén pensando en auto-ajustarse los salarios a su real antojo y bajo una causa común donde, por única vez, están todos de acuerdo.

Reyes no es capaz de relacionar la inmoralidad de los okupas del Congreso (senadores y diputados) que ganan fortunas, con los sueldos miserables de los médicos de Garrahan o de la salud pública en general y seguro, la diputada radical está de acuerdo con Lemoine quien, según sus dichos, los médicos deben ganar menos porque no son más importantes que un peluquero.
No debe existir contradicción más aberrante, absurda e inmoral, que comparar la valía de un senador o un diputado, que viven de la transa, del tome y daca y la rosca política, cuando no asociado con la pornografía, la corrupción, el contrabando o el caso paradigmático del “ex diputado chupa teta”, que hacerlo con un médico que salva vidas.
Y si siempre nos quejamos el kirchnerismo, donde la práctica del populismo extremo ponía a los viejos en la peor crisis de la historia, con haberes miserables, bonos y dádivas eventuales que daban en sus gobiernos procaces, tenemos que reconocer que hemos cambiado para que nada cambie. Hoy, los viejos, a los que en campaña decían proteger Milei y su nueva casta de hipócritas, los hunden en la miseria sosteniendo, como afirma Roxana Reyes, que darles un haber jubilatorio digno, pone en riesgo el equilibrio de la economía del país.
Una vergüenza de esta gente, la cual, nos encargaremos de recordar cuando llegue una elección y algunos de ellos se cuele en una lista para ingresar a un sueldo público o desee renovar la beca política como es el caso de Roxana Reyes. (Agencia OPI Santa Cruz)