Era cuestión de tiempo y de que algún fiscal y juez decidiera investigar. El escándalo explotó y la mugre intacta que dejó el kirchnerismo, la izquierda asociada y la delincuencia encarnada en los mal llamado dirigentes sociales como Pérsico, Grabois, “el chino” Navarro y el tránsfuga de Belligoni, entre otros, rebalsó como una cámara séptica obstruida.
Los allanamientos producidos a las bandas bancarizadas del Polo Obrero donde encontraron desde listas negras, pasando por fajos de billetes precintados y más de 50 mil dólares en una caja, celulares por docenas, más de 40 tarjetas “chocolates” de débito, miles de audios donde “la dirigencia” de cooperativas con nombres truchos y domicilios en country amenazan y negocian plata y comida por asistencia a las marchas, demuestran lo mafioso que fueron y que son, extorsionadores de los pobres a los cuales les quitaban los planes si no asistían a las marchas, única manera de concentrar miles de personas en Buenos Aires a cuyos participantes, cuando le acercaban un micrófono, no sabían responder por qué estaban allí.
El 24 de enero de este año, con motivo del primer paro y marcha de estos sectores antidemocráticos en contra del gobierno nacional escribí “Hay un sector que está dolido, expectante y prevé que Milei los va a defraudar, pero persisten en creer que su voto fue hacia un cambio, que hasta el momento no pueden ver. Otro sector, integrado por las viudas del kirchnerismo, los masistas retardados, la izquierda dislocada y una parte del peronismo colgado del último bastión en el que se ha transformado Axel Kicillof, más los vagos que lideran los movimientos sociales, el Polo Obrero y algunos más, baten los parches y preparan en helicóptero de cartón, como aquel de las plazas a Mauricio Macri.”
Y lo que deja en claro la actuación de la justicia en los 27 allanamientos que hizo, la frondosa documentación que secuestró, los millones de pesos que encontró y lo que seguirá apareciendo en los próximos días de las otras investigaciones en curso, es que estos ladrones que pugnan por destituir el gobierno en las calles, lo hacen en defensa propia ante la pérdida de los privilegios y las cajas que les proveía su patrona política, la condenada recluida en el Instituto Patria allá en una isla solitaria.
La izquierda inventada que teoriza sobre la “lucha de clases” y promueve la defensa de los pobres, en realidad vive de ellos; sus líderes no trabajan porque llenan sus bolsillos a costa del Estado y son la fuerza de choque utilizada por la banda política que asoló el país durante 16 de los últimos 20 años, la cual les regalaba dinero de los argentinos para que actuaran como grupos destituyentes de reserva, tal como funcionan en la actualidad y en lo cual se ha transformado la CGT, con multimillonarios vagos que hace 40 años no trabajan, viven entre el lujo y la ostentación, mientras sus afiliados no llegan al día 15 con sus empobrecidos salarios.
Esta es la verdadera “revolución” en la que están inmersos esos sectores embanderados con la izquierda que cobran por derecha y presta sus servicios con piquetes, protestas, cortes de calles y avenidas. No era muy difícil determinar con claridad entre los necesitados y los vagos y vividores. Con una simple sacudida de esa mugre, por parte de algún fiscal decidido y un juez con ganas de involucrarse, toda la podredumbre de años y años de robo y corrupción institucionalizada por el populismo ladrón y obsceno que instaló Cristina Fernández, Massa, Alberto Fernández, Máximo Kirchner, Kicillof, La Cámpora y el kirchnerismo asociado con la izquierda patética que vive de los boludos que la idealizan, salió a la luz lo que en realidad son y confirma el objeto de por qué y para qué estaban allí.
Ahora deberán venir los juicios y las condenas para estos delincuentes. Pérsico, Navarro, Belligoni y Grabois, entre otros muchos, durante los últimos años atendieron de los dos lados del mostrador y manejaron miles de millones de los argentinos usando la pobreza para enriquecerse ellos, sus familiares y amigos.
Hoy están desesperados porque la canilla de los fondos públicos se les ha cerrado y montan la falacia de la defensa de los pobres, porque han dejado de tener la propiedad participada con el Estado que los engordó luego que en el 2019, la banda siguió tocando.
Y lo que reclaman con paros, cortes y manifestaciones, es, precisamente, la pérdida de la billetera y no los mueve, precisamente, la defensa de los que menos tienen, a quienes usan como esclavos para lograr sus más oscuros propósitos y que esta investigación judicial, por los trascendidos, ha dejado en carne viva.
El Polo Obrero, Movimiento Barrios de Pie, Frente de Organización en Lucha y todas esas organizaciones delictivas camufladas detrás de nombres que encubren a ladrones profesionales que usan a los pobres, no solo deben desaparecer como tales, sino que cada uno de sus responsables deben ser enjuiciados y enviados a prisión.
Es hora de hacer tronar el escarmiento y que aquellos mal llamados “dirigentes sociales” no tengan donde esconderse y paguen todo el daño que han hecho a una sociedad indefensa y necesitada a la cual defraudaron y robaron, romantizando la pobreza a la vez que se esforzaban por aumentarla en todo el país, para asegurarse el dominio de su voluntad en los años por venir.
Por suerte, el 60% de la sociedad se cansó. Y ahora ellos ven que la gente harta y hastiada, no votó a favor de Milei, el eterno desconocido, votó en contra de todos ellos y eso, es prácticamente irreversible, por ese motivo sueñan con la caída del gobierno que les arrebató el dulce de la mano y ahora, sin caja, saben que su extinción es solo cuestión de tiempo. (Agencia OPI Santa Cruz)