“Soy mujer y primero le creo a la víctima y después lo que trato de hacer es buscar, digamos, todos los elementos para que sea una cuestión de que no haya habido alguna otra cosa.
Yo creo que si nosotros tenemos que tener y en esto siempre es la responsabilidad de estar acompañando, en este caso a la víctima y uno tiene que creerle sino volvemos a los mismo, uno no le cree y entonces en base a eso las personas no denuncian y digamos, nosotros estamos haciendo todo el trabajo al revés o sea que las personas crean en las instituciones, que crean que en realidad va a haber un acompañamiento porque estaríamos dando un mensaje controvertido, un mensaje contrario y yo estoy de acuerdo en acompañar a la víctima y que se investigue”.
“Soy mujer y primero le creo a la víctima y después lo que trato de hacer es buscar, digamos, todos los elementos para que sea una cuestión de que no haya habido alguna otra cosa. Yo creo que si nosotros tenemos que tener y en esto siempre es la responsabilidad de estar acompañando, en este caso a la víctima y uno tiene que creerle sino volvemos a los mismo, uno no le cree y entonces en base a eso las personas no denuncian y digamos, nosotros estamos haciendo todo el trabajo al revés o sea que las personas crean en las instituciones, que crean que en realidad va a haber un acompañamiento porque estaríamos dando un mensaje controvertido, un mensaje contrario y yo estoy de acuerdo en acompañar a la víctima y que se investigue”.
Este verdadero intríngulis que hizo la diputada, con palabras inciertas, términos con giros raros y algunos contrasentidos, son propio de su inseguridad para decir claramente que puede ser que la denuncia de Macarena no sea cierta, pero ella, por ser mujer y funcionaria, tienen la obligación de creerle porque si como “Estado” no lo hace, hay peligro de que nadie más denuncie nada. Pero echa un enorme manto de duda sobre la posible veracidad del caso y hace su “obligación” creerle. Y todo se aclaró días después en la Cámara e Diputados.
Cuando fue puesto a votación el pedido de suspensión preventiva al cargo de Jorge Soloaga, Rocío García, votó en contra del peido de suspensión del cargo y permitió que el denunciado por abuso sexual siga en su cargo como Presidente de la Comisión de Fomento de Cañadón Seco, cargo que ostenta actualmente y del cual parecía que se había apartado mientras se aclaraba el caso, pero no; fue para atender su problema de saludo.
Así, de esta manera, Rocío García, la diputada del Frente para la Victoria, mujer, embanderada con la causa de las mujeres que sufren la violencia y el abuso y la cual previamente expusiera en un medio radial su defensa irrestricta a la víctima de abuso sexual Macarena Barrionuevo, viró 180º a la hora de votar y prefirió olvidar su proclama a favor de las víctimas de abuso y proteger a un abusador sexual, junto con sus cómplices del bloque, porque, como sucede siempre entre los funcionarios/diputados/militantes del FPV, el dolo, el delito y en este caso los abusadores sexuales son siempre los otros, cuando, como en este caso, es uno de ellos el acusado, todo cambia como también cambia su moral ante la opinión pública que, seguramente, los juzgará en las urnas.
(Fuente: Agencia OPI Santa Cruz)