Así lo determinaron los integrantes de la Cámara Criminal Oral en Río Gallegos. El cura observó y escuchó su sentencia desde una comisaría en Puerto Santa Cruz.
En la Cámara Criminal Oral de Río Gallegos se dictó la sentencia por la cual finalmente condenaron a Nicolás Osvaldo Parma a la pena de 17 años de prisión de cumplimiento efectivo y el pago de las cuotas del proceso.
Además, se confirma su inscripción en el registro de agresores contra la integridad sexual.
La condena es por el delito de abuso sexual simple, doblemente agravado por haber sido cometido como ministro de culto y con guarda de dos menores conviviente de 18 años.
Paralelamente a eso, se decidió absolver al cura Parma de la acusación de corrupción de menores y declararon la nulidad parcial respecto de una de las acusaciones que giraban en torno a eso contra el cura Parma.
El juicio contra Parma se llevó adelante en la sala del Tribunal Oral que preside el juez Alejandro Cabral e integran los jueces Eduardo López y Jorge Yance.
Parma fue traído a juicio desde su lugar de detención en Puerto Santa Cruz, ciudad ubicada a unos 250 kilómetros al norte de Río Gallegos, y las víctimas, Yair y Jonatan, participaron conectados desde su lugar de residencia actual, en Cafayate (Salta) y Pergamino (Buenos Aires), respectivamente. Noticia en desarrollo.
(El DIario Nuevo Día)