La impunidad con que interpreta y ejerce la política Cristina Fernández, quedó claramente expresada en la segunda temporada (2019/2023) de la miniserie “Asumo el poder y hago lo que se me antoja”, una saga que ya conocemos de esta mujer megalómana que se inició en el 2003 junto a su marido, se afianzó en sus dos mandatos sucesivos y reeditó en la última entrega del país, donde eligió como presidente a un monigote tras el cual esconderse y puso de respaldo a otro codicioso e inmoral de la política nacional cuya esposa Malena, mientras el Ministro-candidato hacía campaña, ya tenía comprado los muebles para “vestir” la residencia de Olivos, donde creía, iba a instalarse a partir del 10 de diciembre del 2023.
Tal como refiere el diario La Nación la ex vicepresidente hizo 194 vuelos a la provincia de Santa Cruz entre 2019 y 2023 en el avión de YPF bajo la presidencia de su edecán Pablo González, quien se hizo cargo de la petrolera estatal en el 2021, una de las tantas becas otorgada por su madrina, quien usaba el avión a su antojo, por cuanto el sentido de apropiación de la familia Kirchner no reconoce límites cuando está en el poder y esta vez, no podría ser la excepción.
Cristina durante sus dos mandatos anteriores y el que desarrolló su marido, usó todos los aviones de la flota presidencial para su uso personal. Desde acarrear muebles con el Tango 01, descubierto y publicado por esta Agencia, hasta hacerse traer los diarios todos los fines de semana en el Tango 03, que en OPI informábamos y pocos medios creían que era cierto, o los bolsos cargados de dinero de CABA a Santa Cruz o viceversa; el uso de los aviones ha sido una constante en cada periodo donde CFK ocupó el poder.
El 13 de junio de 2023 la Cámara Federal de Casación anuló la causa contra CFK por uso irregular de la flota presidencial de aviones, iniciada por el juez Claudio Bonadío (F) a quien consideraron que no actuó imparcialmente (como si el fallo de Casación, si lo hubiera sido).
El Embraer Predator 500 de lujo que usó, con exclusividad Cristina Fernández, también lo usó Sergio Massa y Alberto Fernández, como si fuera propio. Sin embargo, al lado de lo que hizo Pablo González y el gobierno anterior en YPF, lo del avión es casi anecdótico. Este es uno de los motivos por los cuales hay tanta resistencia para privatizar la petrolera, pues se ha usado la empresa como caja, para licuar pauta oficial y para hacer negocios personales.
La deuda que dejó CFK en YPF tras tomar a la empresa como taxi aéreo, es de 200 millones de pesos (habría que ver cuánto equivale ese monto en dólares, debidamente actualizado), una suma que el actual gobierno nacional debería cobrarle judicialmente si es que Javier Milei tiene la voluntad de enjuiciar y llevar ante los Tribunales a la ex vicepresidente, cosa que a estas alturas, dudo.
Los 194 vuelos adjudicados a la ex vicepresidente condenada, indica La Nación, carecen de justificación como actividad oficial y en general se ubican de jueves a domingos, fines de semanas que Cristina Fernández usa para descansar ya sea en El Calafate como en Río Gallegos.
Cabe mencionar que la viuda de Néstor Kirchner, no solo se ha movido estos cuatro años en el avión de YPF, sino también lo hizo en aviones de la flota presidencial y en taxis aéreos, con cargo al erario público, a través del pago en dólares (unos 20 mil por viaje) por parte de la Secretaría General de la Presidencia.
YPF, Pablo, Cristina y el avión
Nada nos sorprende sobre el descubrimiento que hizo La Nación, teniendo en cuenta que OPI Santa Cruz fue el primer medio en informar sobre el movimiento de la flota presidencial cuando gobernó hasta el 2015 y el movimiento de los aviones de YPF, el que usaba regularmente para llegar a El Calafate o Río Gallegos, tal como lo hizo el 10 de agosto de 2023, donde la máquina despachada por Pablo González, la trajo a votar a Cristina Fernández a la capital de Santa Cruz.
Si no hay justicia, las denuncias no valen
Una vez más, estamos ante el avasallamiento del poder por parte de esta mujer condenada por corrupción en la función pública y nuevamente votada junto a sus esbirros (Alberto y Sergio) en el 2019. Cargada de causas por enriquecimiento ilícito, malversación de fondos públicos, lavado de dinero y cuánto delito económico se mencione por allí, hasta el momento la justicia no ha logrado encerrar a esta mujer delincuente que usufructúa el Estado en beneficio propio, cobra doble jubilación de manera ilegal y sigue haciendo uso y abuso de los privilegios auto asignados, cada vez que ocupa el poder.
Hoy estamos ante un gobierno que se ufana de luchar contra la casta y la corrupción, sin embargo, a Javier Milei no lo he escuchado mencionar a Cristina Fernández como la jefa de la banda y la cultora de la corrupción institucional más grande jamás vista en el país. ¿Será éste el preludio de la impunidad que se arma alrededor de la jefa de la banda, en el círculo rojo que rodea al presidente? ¿Se negará Milei a denunciar, como le corresponde hacer, a la mujer que más daño le ha causado al país junto a la pléyade de corruptos que la acompañaron en todas sus gestiones?.
La pelota está en la cancha del presidente libertario. Ya lleva más de un mes en el cargo y no se conocen grandes denuncias penales contra el fraude político, social y económico que cometieron quienes lo antecedieron.
Los 194 vuelos ilegales de CFK a costa de los argentinos, ¿Los pagará ella por decisión del actual gobierno o Milei detendrá la motosierra y repartirá las pérdidas entre todos los argentinos, para no ofender a la dama? (Agencia OPI Santa Cruz)