La próxima eliminación de asistencias estaba prevista para mayo, pero el Ejecutivo condiciona esa decisión a la implementación del esquema de la Canasta Básica Energética. Es para evitar un impacto brusco en el bolsillo.
En medio de la crisis social por la pérdida del poder adquisitivo, el Gobierno decidió que no se quitarán los subsidios a las tarifas de gas y luz de los usuarios de los Niveles 2 y 3 -de bajos y medios ingresos respectivamente-, al menos hasta que se implemente la Canasta Básica Energética (CBE), que está prevista para junio.
La próxima semana, antes de que comience mayo, la Secretaría de Energía deberá comunicar qué pasará con el subsidio que percibe el 60% de los usuarios residenciales. Según explicaron a este medio, “la Canasta reformulará el esquema de los subsidios por segmentación de ingresos y la complejidad del sistema y el cruce de datos llevará a que recién se pueda implementar a partir de junio”.
Es que el diseño de la CBE considerará el tamaño del hogar, que se divide en tres categorías de una o dos personas, tres o cuatro personas y cinco o más personas; y la biozona de residencia, clasificándose en seis niveles, desde una zona muy cálida (el noreste argentino) hasta una muy fría (el sur patagónico).
No obstante, hay un motivo de mayor peso y es la necesidad de que las tarifas de los servicios regulados aumenten “de manera gradual”, sobre todo “para no impactar bruscamente en el bolsillo de la clase media”. Así, aunque en la última audiencia pública Energía dijo que a principios de abril se publicarían los detalles del nuevo mecanismo, la información respecto del esquema de subsidios sigue sin conocerse.