El Gobierno definió ese techo para la suba de tarifas para el año que viene y los aumentos comenzarían a regir entre enero y febrero. Además, se implementará una segmentación de los subsidios, que implica el pago de mayores precios por parte de sectores de ingresos altos.
Para los primeros meses de 2022 el Gobierno Nacional prevé un aumento de las tarifas de luz y gas entre el 17 y 20 por ciento. Además, en las primeras semanas de 2022 se pondrá en marcha la segmentación de las tarifas lo que, en primera instancia, impactará en unos 500.000 usuarios de área metropolitana, que dejarán de pagar un abono subsidiado para afrontar el consumo total.
Tras mantener las tarifas de luz y gas congeladas durante 2020 en el marco de la Emergencia Económica, y disponer aumentos de 6% para el gas y 9% para la electricidad, en 2021, el Gobierno dispuso un techo del 20% para ambos servicios a partir de 2022 para los usuarios residenciales.
Según confirmaron fuentes de la Secretaría de Energía, el aumento de tarifas será anunciado por el Gobierno Nacional entre enero y febrero y regirá para todo el país y por todo el año.
En el caso de la distribución eléctrica, esa recomposición es la base para viviendas del AMBA, mientras que el incremento del gas será a nivel nacional.
Asimismo, las fuentes señalaron que el 20% de aumento promedio para los hogares debe tomarse como “pauta del aumento tarifario del Gobierno para 2022″ y que el criterio oficial para el año próximo es que todo aumento tarifario esté por debajo de la inflación.
Por otro lado, en las primeras semanas del 2022, se comenzará a aplicar una segmentación para que los que no puedan pagar todo el aumento de luz y gas tengan una tarifa diferenciada.
Así, el programa de segmentación irá avanzando sobre el universo de usuarios que están en condiciones de afrontar el pago pleno de la energía, quitando el subsidio que existe en la actualidad.
Con el objetivo de reducir el gasto en subsidios, la Secretaría de Energía diseñó un mecanismo que, al menos en una primera etapa, solo afectará al 10 por ciento de los usuarios de la Ciudad de Buenos Aires y los 24 municipios que la rodean.
La medida alcanzaría a 500 mil consumidores a los que se les quitarán los subsidios, que hoy representan un 60 por ciento del consumo total. Además de hacerse cargo de ese 60 por ciento que hoy es subsidiado con fondos públicos, los usuarios recibirán en 2022 un aumento del 20 por ciento. Lo que aún no se resolvió es si se implementará de forma gradual.
Para la segmentación se utilizará el parámetro de las valuaciones de las viviendas en las que se prestan los servicios. El ente regulador del servicio eléctrico (ENRE) definirá “polígonos geográficos” en los que irá removiendo subvenciones.
De este modo, en la ciudad de Buenos Aires pagarán tarifa plena los que vivan en propiedades donde el metro cuadrado supere los US$3700 y en la provincia dejarán de percibir la asistencia los barrios cerrados, la actividad financiera y el juego.
Así, un departamento que hoy paga $ 500 de luz en un barrio de altos ingresos pasaría a $ 2.500 mensuales, según proyecciones que manejan las distribuidoras.