Alberto Inostroza (46 años), operario de Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE), filial El Calafate, falleció ayer mientras trabajaba en una obra de cloacas en calle 116 del barrio Lago Argentino de esa localidad, cuando una de las paredes de tierra cedió y se desmoronó y el trabajador cayó, fue rescatado por sus compañeros, le hicieron RCP, llamaron a una ambulancia y bomberos que intervinieron en el esfuerzo de reanimación, lo trasladaron al hospital SAMIC, pero no pudieron evitar el deceso de este hombre muy reconocido en la villa turística y en la provincia, debido a su actividad como jinete, con presencia en todos los eventos de doma y folclore, incluyendo Jesús María.
Hasta acá la triste noticia de un operario fallecido en cumplimiento de su tarea, sin embargo, si bien las repercusiones legales vendrán en los próximos días ante la necesidad de clarificar el contexto en el cual se produjo este accidente, no podemos dejar de destacar algunos elementos necesarios de analizar la tragedia, a la luz de la triste experiencia que hay en Santa Cruz, sobre fallecimientos de obreros en funciones, la falta de clarificación posterior de los hechos, la forma en que las causas han caído en el olvido o se “encajonan” en la justicia, las investigaciones de las cuales nunca más se habla y claro está, la falta total de responsabilidad y responsables, a los cuales nunca se llega, o en su defecto, los encubren.
El ejemplo más cercano de encubrimiento lo tenemos en Río Turbio, cuando en abril de 2022 el trabajador René Borquez, operario de la empresa RAFA, dentro del obrador de la Usina 240 Mw, murió al ingerir hidracina compuesto altamente tóxico que estaba en un bidón sin rotular, al alcance de la mano de cualquier persona.
Nada más se dijo ni se supo al respecto. Ni YCRT, ni el sindicato, ni la empresa donde trabajaba Borquez ni los encargados de la Usina de 240 mw, explicaron, informaron o comunicaron las circunstancias en las que se produjo este incidente, cómo se han encaminado las investigaciones y mucho menos, los resultados de las mismas. Desde la justicia, el sindicato, las empresas y el poder político, el silencio fue total. La oposición política en la provincia no se encargó de mantener vivo el tema hasta arribar a una conclusión y determinar los responsables.
La desgracia de la cual SPSE no aprendió
El accidente que se llevó ayer la vida de Alberto Inostroza, empleado de SPSE, en El Calafate, tiene una mayor significación porque demuestra que la empresa estatal de energía, en 8 años no aprendió nada.
Decimos esto porque el jueves 5 de marzo de 2015, personal de la empresa ACRI Construcciones SA, contratada por Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE ), se encontraban realizando el zanjeo para el tendido de la red cloacal al ingreso de la ciudad en Río Turbio, en la intersección de la avenida YCF y el pasaje doctor Héctor Marcón, cuando cedieron las paredes de la zanja en cuyo interior estaban los dos trabajadores Javier Martínez y Raúl José Esteche quienes murieron aplastados por una masa de tierra, escombro y piedra que se derrumbó sobre ellos. Las paredes cedieron por la humedad y la empresa no había ordenado apuntalar la profunda zanja, algo elemental cuando en su interior trabajan personas. En una provincia y una ciudad eminentemente minera como Turbio, es casi elemental el conocimiento que existen sobre estos peligros de derrumbe debido a la inestabilidad del terreno.
Ni las autoridades municipales, en ese momento bajo la intendencia de Matías Mazú, ni la empresa ACRI, que sigue siendo una de las favoritas en las contrataciones oficiales de la obra pública, ni la justicia y muchos menos Servicios Públicos Sociedad del Estado, hicieron nada desde entonces, a pesar que (como ahora en el caso Inostroza), aparecen preocupados y prometiendo “llegar a los responsables”, cuando la realidad, en el caso de la cuenca, todo indica que el responsable es el Presidente de SPSE que ha contratado a una empresa que no tuvo en cuenta las normas de seguridad a ser aplicada con sus trabajadores y a pesar del tiempo transcurrido, vuelve a ocurrir un accidente similar, sin que aún no hayamos visto resuelto, el incidente de Río Turbio, hace 8 años atrás.
SPSE y Luz y Fuerza
Las fuentes consultadas por OPI, debido al accidente de El Calafate, señalan con asombro que SPSE no tenga aún constituida la Comisión de Higiene, Seguridad y Medicina del Trabajo, una herramienta fundamental para hacer cumplir con las normas de seguridad, que, llamativamente, el gremio regional de Luz y Fuerza, tampoco le exige su creación a la presidencia de la empresa estatal.
Lo que más resalta y se observa, cada vez que suceden hechos lamentables que cuesta la vida de algún operario y/o trabajador vinculado al Estado provincial en el área de SPSE, es que nunca se aclara nada, se abandona cualquier tipo de investigación, el tiempo deja todo en el olvido y los sindicatos involucrados no exigen ni hacen lo necesario para clarificar lo ocurrido, a pesar de que en sus Convenios Colectivos de Trabajo consta específicamente un Items sobre “Tareas peligrosas” (Art 53) y la adopción de medidas de seguridad, para minimizar los peligros de accidentes en las tareas que ejecutan los operarios.
¿Pasará lo mismo que con los trabajadores de Río Turbio, con la muerte del vecino de El Calafate Alberto Inostroza quien pereció ayer por negligencia y falta de seguridad en las obras que lleva adelante SPSE?. ¿Volveremos a olvidar todo con el tiempo y ACRI seguirá ganando licitaciones de obra pública en Santa Cruz?.
El silencio no es salud
Recordemos que en proyectos mineros de la provincia ha muerto gente, incluyendo una mujer hace unos años en Huevos Verdes, sin que trascendieran públicamente los motivos ni se deslindaran responsabilidades.
Si vamos algo más atrás en el tiempo, cuando estaba a pleno Austral Construcciones SA, los cuerpos de varios fallecidos por accidentes en obradores de la empresa, eran enviados a sus familiares con un cheque y nunca trascendían las consecuencia y las responsabilidades comunes. En Río Gallegos, en el 2007 una mujer chaqueña murió dentro de una máquina vial (cubierto informativamente por OPI) cuando se estaba construyendo la autovía y la máquina fue llevada en un camión de Austral al obrador de Gotti, cortada allí por sus mismos trabajadores y retirado los restos de la operaria, una acción claramente ilegal y sin embargo, nunca pasó nada, ni hubo denuncia de la UOCRA, ni explicación de la justicia ni protesta de ningún tipo. (Agencia OPI Santa Cruz)