8,4% mensual de inflación. Gobierno de inútiles. Tres culpables: Alberto, Cristina y Massa y la absurda pretensión de volver a candidatearse.

Argentina vuela por los aires. La tríada “magistral” que prometió la parrilla llena en la campaña del 2019, logró un hecho histórico: 8,4% de inflación mensual, aunque en la Patagonia pasa a los dos dígitos; con esta desopilante cifra puso a la Argentina sobre Venezuela que marcó un 2,5% en la medición del último mes.

La volatilidad de la economía nacional, la falta de crédito internacional, las presiones del FMI, la falta de rumbo de un país en crisis política, económica y financiera, la falta de responsabilidad y de capacidad del gobierno en general y del equipo económico liderado por Sergio Massa, en particular, pone a la Argentina en la primera posición de los países más inflacionarios del mundo, al borde de una hiper y con capacidades disminuidas para recuperarse de esta crisis histórica, incomparable con la de 2001, porque en aquel momento, había riquezas y un panorama internacional más favorable.

Sergio Massa, un funcionario absurdo que no reconoce su fracaso, sueña con ser candidato a presidente de la mano de quien en el 2015 decía que iba a meter presa. Inconsciente de sus limitaciones o tal vez como una burla hacia el pueblo al que somete a una brutal inflación y licuación de sus salarios, con medidas desacertadas y abyectas, pretende reincidir pero esta vez apuntando a convalidar su ambición política suprema: ser presidente de un país al que destruyó en la práctica desde este gobierno de inútiles, que, obviamente, lo incluye como uno de los principales actores.
La inflación en alimentos del último mes está en el orden del 34%, de acuerdo a los datos del poco confiable Indec, mientras en Chile alcanzó el 1,2%, en Brasil 1,3%, en México 1,7%, Venezuela 2,5%, en Colombia 5,9% y en Perú 4,3%. Somos el hazmerreír de Latinoamérica, con una inflación incontrolable, todos los cepos habidos y por haber, restricciones cambiarias de todo tipo, superdevaluaciones del peso y una inflación galopante que destruyó la moneda nacional.
La “venezualización” tan temida, que se proponía desde la oposición como un discurso antioficialista ante las mentiras evidentes del gobierno y la escalada inflacionaria que nunca decayó, es una realidad, en tanto hoy Argentina le está ganando al país de maduro en la escalada de la inflación mensual, y al interanual del país caribeño que es del 408% nos vamos acercando peligrosamente con un 115% actual, contabilizado en nuestro país, a los valores actuales, los cuales tienden a aumentar en el próximo semestre.

Y el gobierno atónito, sin reacción e impune, hace gala de estar enajenado de la realidad: Alberto habla de un país en crecimiento, Cristina se ocupa de bajar a los jueces de la Corte Suprema y Sergio Massa prepara su candidatura a la presidencia.

Pero ninguno de ellos está loco. Es el pueblo el que debe responder en las urnas y a la vista de las elecciones en las provincias, nada indica que la sociedad, quien sufre los peores males de esta casta inservible de políticos corruptos, capte en su real dimensión lo que nos está sucediendo día a día y hacia dónde nos llevan. (Agencia OPI Santa Cruz)