La titular del Palacio de Hacienda realizó un viaje relámpago a Río Gallegos para firmar junto a la gobernadora Alicia Kirchner nuevas cláusulas contractuales que permitirán realizar dos obras públicas que son consideradas claves para Beijing.
En su último acto como ministra de Economía, Silvina Batakis viajó por escasas horas a Santa Cruz para firmar una adenda con la gobernadora Alicia Kirchner que destrabó la demorada construcción de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic a un costo de cinco mil millones de dólares que será financiado por tres bancos de China.
Es decir: con las reservas del Banco Central en extrema debilidad, y a pocas horas de un nuevo plan económico destinado a obtener divisas frescas para la producción, Batakis cierra su actuación en el Palacio de Hacienda consolidando una deuda con China por un monto de al menos 5.000 millones de dólares.
Batakis voló a Río Gallegos por instrucción de Alberto Fernández, que en su viaje oficial a Beijing prometió al líder comunista Xi Jinping que haría lo necesario para construir las dos centrales hidroeléctricas.
Joseph Biden considera que China es el principal enemigo global de los Estados Unidos y dispuso que el Pentágono, el Departamento del Tesoro, la CIA y la Secretaria del Tesoro articularán una estrategia global para asfixiar la expansión mundial de Beijing que Xi ejecuta desde su despacho en el edificio Zhongnanhai.
Japón tambien considera que China es una amenaza para su seguridad territorial, y los países del G7 -Alemania, Francia y Reino Unido, por citar algunos ejemplos- comparten la preocupación geopolítica de Washington y Tokio.
A la misma hora que Batakis sonreía junto a la gobernadora Kirchner, la tensión entre Estados Unidos y China alcanzaba niveles inéditos por la decisión de Nancy Pelosi -titular de la Cámara de Representantes- de visitar Taiwan, una nación que tiene un fuerte enfrentamiento histórico por su soberanía con Beijing.