ME COMO EL BOMBÓN.
Por Ángel R. Serra.
Y mientras el Señor Intendente de El Calafate tira la casa por la ventana un mes antes de las elecciones y contrata a Los Palmeras para festejar “El Día de la Madre”, como corresponde, y paga con fondos municipales un cachet artístico que no bajará de 4 millones de pesos, ahí, en las invisibles plazas de arriba, mujeres y jefas de hogar desocupadas con un tapper en la mano y la mirada llena de preguntas harán cola una vez más delante de una olla de guiso que otros vecinos prepararon para llevar un plato de comida a los suyos.
Porque, aunque a vos te cueste creerlo Javi, sin laburo, con la heladera vacía y una familia a cuestas no te dan ganas de salir a bailar cumbia.
(Y si la excusa es contratar a Los Palmeras para que lleguen turistas y generar algún movimiento económico -ya me veo venir el argumento-, también tiene que haber guita del Municipio para crear nuevas fuentes de trabajo que le den empleo digno a nuestra gente. Y para abrir merenderos y comedores populares en los barrios donde la desocupación y la pobreza son por desgracia más contundentes que la imagen que ilustra este posteo).