La Justicia encontró suficientes elementos para que el exconcejal de Pablo Grasso sea nuevamente llevado a un juicio de valoración de pruebas. Utilizaba el mismos modus operandi que con las primeras víctimas. Una de las primeras denunciantes habló con La Opinión Austral y les dio fuerza a las familias.
“Buba violín” fue una de las pintadas que aparecieron en el barrio Evita de Río Gallegos en 2020. Un año que, marcado por la pandemia y la cuarentena dispuesta para evitar la propagación del virus, estuvo atravesado por un caso relevante de abuso sexual que conmocionó a la comunidad de la ciudad capital.
Emilio Maldonado, apenas meses antes, había llegado a ser presidente del Concejo Deliberante. Sin embargo, luego de siete meses en el cargo, debió abandonarlo debido a que la Justicia había encontrado suficientes pruebas para avanzar en una investigación por dos hechos de abuso sexual contra menores.
“Buba”, como era conocido en el barrio donde llegó a ser presidente de la junta vecinal, quedó en el centro de la polémica y de escraches que se replicaron en varias ocasiones, en un contexto de invierno y de distanciamiento social para prevenir el COVID. Su casa, que compartía con su madre, fue blanco de una manifestación donde los vecinos quemaron cubiertas y realizaron pintadas, como la que da inicio a esta nota.
Haciendo un repaso por el caso, La Opinión Austral relata los pasos que llevaron a que Maldonado fuera sentenciado por haber abusado de dos menores, cómo continúa la historia y qué se espera para el ahora exedil condenado.
Todo comenzó el 20 de junio de 2020, cuando la primera madre denunciante expuso que su hija había sido abusada por Maldonado. Menos de una semana después, con coraje y sin nada que perder, decidió acudir a los medios de comunicación para hacer pública la situación. Además, hizo un posteo en Facebook que rápidamente se viralizó.
Ante el impacto generado en la política local, integrantes del partido al que pertenecía Maldonado se mostraron cautelosos, esperando el avance de la causa judicial que quedó en manos de la entonces jueza Valeria López Lestón.
Al día siguiente, una segunda madre presentó una denuncia similar contra “Buba”. Lo más llamativo fue que el modus operandi era el mismo y las víctimas tenían edades similares.}
Fuente: Opinión Austral.