Día dos de gestión: Claudio Vidal sentó en el sillón de los gobernadores a Sergio Acevedo, el exgobernador kirchnerista que renunció al cargo enfrentado con Néstor Kirchner. Tras años alejado de la arena política regresó después de 17 años al despacho que abandonó en 2006 sin dar demasiadas explicaciones públicas. Ahora volvió al despacho y a ocupar un espacio en el firmamento de la política santacruceña como diputado nacional y uno de los mentores del gobernador.
Acevedo fue intendente de Pico Truncado, diputado provincial, vicegobernador (de Kirchner), diputado nacional, jefe de la exSIDE y en 2003 se convirtió en el gobernador más votado de la historia. Sin embargo, lo que empezó con toda la gloria, terminó abruptamente en marzo del 2006, cuando renunció a la gobernación, tras negarse a pagar con fondos provinciales los adelantos de una obra de financiamiento nacional a Austral Construcciones de Lázaro Báez, cuya ejecución había determinado el entonces presidente Kirchner. Eran los albores de los hechos que desembocarían una década después en la conocida Causa Vialidad.
El dirigente peronista pasó más de una década en un ostracismo político autoimpuesto ejerciendo su profesión de abogado y sin ocupar cargos públicos. En 2018 , cuando arma el partido desde el corazón del sindicato petrolero, Vidal lo convocó a sumarse. Cinco años después, Vidal es gobernador y reconoce a quien considera su amigo. “Gracias por la visita, mi querido Amigo”, publicó el gobernador en sus redes sociales junto a la foto de Acevedo.
El exgobernador además de amigo, es quien lo reemplaza a Vidal en la banca a diputado nacional que renunció para asumir como gobernador, será su voz en el Congreso, un lugar que conoce de memoria y en el que ocupó lugares estratégicos como la presidencia de la comisión de Juicio Político a la corte menemista en el convulsionado 2001.
Durante la asunción acompañó a Vidal desde la primera fila del gimnasio petrolero “Salomón” donde se realizó el acto, y el martes visitó la gobernación y el despacho privado, que mantiene casi un decorado similar a los años en que fue gobernador. En una entrevista con LA NACION en 2021 el exgobernador había asegurado que sigue siendo peronista, que no se arrepentía de su renuncia en 2006, pero sí de no haber participado más activamente de la política santacruceña en los últimos años.
Mientras se esperan las medidas del nuevo gobierno, Vidal recibió a pastores evangélicos y al obispo auxiliar de la Diócesis de Río Gallegos, monseñor Fabián González Balsa, quienes realizaron una bendición a la Casa de Gobierno, al gobernador y su gabinete, en tanto que les aseguró que creará la Secretaría de Cultos para gestionar y coordinar las políticas relacionadas con la libertad religiosa y la diversidad cultural para garantizar la “protección de la libertad religiosa, para que los santacruceños tengan el derecho de practicar su fe sin discriminación y asegurarse que las instituciones religiosas sean respetadas y protegidas”.
Después designó al frente de la Administración General de Vialidad Provincial, AGVP, el organismo que estuvo en el centro de la escena pública durante el desarrollo de la Causa Vialidad, a un histórico operario de la entidad, Ariel Ricón.
Vidal aseguró que “se trata de un hecho histórico, siempre sostuve que son los trabajadores el principal capital de las empresas del Estado. Lo dije cuando visité a los operarios que reparaban las torres de electricidad y lo repito ahora. En Vialidad, sus más de 800 empleados son su activo más importante. Vamos a jerarquizar a los trabajadores, vamos a premiar el trabajo, el compromiso y la honestidad”.
Según un comunicado de la gobernación, Ricón es chapista pintor y empleado desde hace 18 años, durante 2011 y 2012 fue elegido vocal gremial y en carácter de tal, ocupó un lugar en el Directorio, representando a los trabajadores. Cuando ocupó ese lugar, lo relevaron porque denunció irregularidades. Esos años también son parte del período que fue investigada la obra pública de Santa Cruz por la justicia federal.