El Intendente Grasso vuelve a instalar las sumas en negro en los salarios de los trabajadores, en este caso, municipales.

Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz, instituyó el pago de parte del salario con carácter “no remunerativo”, en principio, como forma de acercar una ayuda asistencial a los empleados públicos y luego quedó normalizado en los salarios de los trabajadores que por años llegaron a cobrar casi el 40% de sus sueldos “en negro”. Esto repercutió, especialmente, en las jubilaciones cuyos montos eran excesivamente bajos con respecto al trabajador activo, debido a que la mitad del salario no computaba descuentos ni aportes a la Caja de Previsión Social.

Entre 2006 y 2007, mediante la lucha de sindicatos como ADOSAC, ATE, Judiciales y Municipales, aquel largo conflicto que se socializó, trascendió las fronteras provinciales y se nacionalizó, debido a que el mentor de aquellas políticas salariales estaba ocupando la presidencia, los trabajadores de Santa Cruz tuvieron uno de los mayores logros: eliminar los montos el negro que pagaba el estado provincial y los municipios y elevar el salario básico.

Pasaron 18 años y hoy en 2024, el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, produce un deja vú político y nos devuelve una vieja política que los trabajadores vivieron y sintieron en carne propia: instala los suplementos en negro, pagos por fuera del salario oficial que al no realizar aportes de ningún tipo, cuando el agente municipal se jubile, lo perderá irremediablemente.

El Intendente Grasso vuelve a instalar las sumas en negro en los salarios de los trabajadores, en este caso, municipales


Lo raro (o no tanto) es que siendo evidente la instalación del salario en negro, el SOEM, no levante la voz reclamando por una plata que si bien engrosará el salario de algunos trabajadores, objetivamente muestra que es altamente desventajoso al momento de jubilarse, transformándose en extorsivo y discrecional.

En negro, discrecional y arbitrario

Con fecha 17 de julio de 2024, el intendente de Río Gallegos Pablo Grasso, emitió el Decreto 5115 (Expte 3.404/24) a través del cual creó el ítem “Reconocimiento al mérito” con carácter “No remunerativo y no bonificable”, excluyendo a los trabajadores que cobren algún plus o adicional ni aquellos que conformen la conducción de la gestión municipal.

En los argumentos de dicha implementación, Grasso, dice basarse en el Decreto provincial 110/24 donde el gobierno estableció un ítems por “Reconocimiento al mérito” en lugar de las Unidades Retributivas. Asume que está orientado a reconocer las labores, el esfuerzo y la dedicación de los empleados municipales en las distintas áreas y a recompensar la iniciativa, el trabajo y el desempeño de cada uno. Aclara, también, que además de ser no remunerativas ni bonificable, estará sujeta a las disponibilidades financieras del municipio.

Planteado de esta manera y de acuerdo a las fuentes consultadas, el Intendente Pablo Grasso, sin duda, busca una herramienta que le permita coaccionar a un sector de los 4 mil empleados municipales y aplicar de manera arbitraria y discrecional los montos que sin duda jugarán “como premio o castigo” (o incentivo a la militancia), especialmente a quienes por razones políticas o partidarias, pretendan demostrar sus desacuerdos o presionar al Ejecutivo para cuestionar salarios o derechos del sector.

Hasta el momento no se ha escuchado a Pedro Mansilla, titular del SOEM y representante de los trabajadores municipales, fijar posición al respecto. Si bien, como dijimos, per se la noticia puede despertar interés por sumar dinero a los alicaídos salarios de los trabajadores, la informalidad en la cual se proyecta, la falta de incorporación al salario legal y en blanco, corre en contra del mensaje que el sindicalismo en general tiene como bandera: la eliminación (o no aceptación) de sumas en negro y que todo sea abonado por dentro de las leyes laborales para que no dinamiten las jubilaciones en el futuro. (Agencia OPI Santa Cruz)