Lo habíamos adelantado en un informe anterior a las “aclaraciones” del gobierno nacional: la inauguración de gasoducto denominado “Néstor Kirchner” era una farsa total, lo vendían como una obra en marcha, cuando está lejos de serlo y se trataba de una simulación de baja calidad que preludia otras “inauguraciones” de aquí a las elecciones, como es costumbre y típico de Cristina Fernández, quien en su presidencia llegó a “inaugurar” cuatro veces el mismo hospital o “inaugurar” la usina de Río Turbio, sin que la turbina funcionara.
Tan burda fue la mentira esta vez, que el gobierno nacional se vio obligado a decir la verdad: la “inauguración” fue en realidad “simbólica”, dijo, pero el problema de Sergio Massa y Cristina Fernández (Alberto no cuenta), es que al no haberlo aclarado con anticipación, esa inauguración trucha se transforma en una farsa, ergo: una estafa a la honestidad pública que debería tener el gobierno y de la cual, claramente, carece.
Muy lejos de la realidad
Para conocer el mecanismo que un gasoducto de este tipo incorpora al momento de estar listo para transportar gas, acudimos a dos ingenieros que trabajan en el gasoducto NK, quienes descontaron que el acto oficial fue una mala simulación de una puesta en marcha de un gasoducto que muy lejos está aún de terminarse. De hecho, nos confirmaron que solo se encuentra terminado el tramo de Catriel, pero para el lado de La Pampa, los caños siguen tirados en el terreno, para cuya puesta en servicio faltan no menos de 7 u 8 meses. De allí la necesidad imperiosa del gobierno nacional de “inaugurar” falsamente el 9 de julio el sistema que lejos estuvo de ser realidad.
“la válvula que abrieron es una mentira, está arriba de nada, es una representación falsa, es impensable abrir con las manos, una válvula de ese tipo en semejante gasoducto”, le dijo a OPI uno de los ingenieros que trabaja en el complejo.
“Toda la apertura del gas se hace de manera electrónica, desde una central que está en YPF. Fue una estupidez todo este acting y lo peor es no haberlo anunciado y tratar de hacerle creer a la gente que era real. No pueden abrir el paso del gas de esa manera; esos caños llevan 70 Kgs de presión y si pasaran gas por allí, realmente, no estarían cerca de una válvula vieja como esa”, señaló.
Más adelante nos ilustraron sobre el mecanismo complejo y minucioso que se debe implementar para transportar gas en un gasoducto y más aún, de estas características, como forma de explicarle a la gente lo irrisorio de la mentira oficial, tratando de embaucar a la gente sobre un hecho que jamás ocurrió.
Peligroso, lento y complejo
“Cuando uno quiere transportar gas, el gas no se mueve si no lo empujas. Cada determinada distancia se hace una planta compresora donde se comprime el gas y vuelve a salir con presión hacia el otro tramo y acá hay zonas en que los caños ni siquiera están sellados. Acá no existe ni una sola planta compresora emplazada, es todo una farsa y lo peor es que hay complicidad de políticos de la oposición, que no han resaltado a tiempo esta situación y algunos hablaron cuando el hecho ya estaba consumado”, analizó nuestra fuente.
Sobre el procedimiento previo para el llenado del sistema, los ingenieros nos puntualizaron las circunstancias de seguridad que se deben tener en cuenta, lo cual lleva tiempo y el costo es muy alto.
“Luego de conectar todos los caños, se hace una prueba hidráulica – prosiguió la fuente – Después de llenarlos con agua se le da presión, se lo deja un tiempo para ver si no hay pérdida de presión, luego se lo tapa y a partir de ahí se lo llena con gas que empuja el agua hacia el resto del ducto, desalojando el aire y ocupando ese lugar con gas, pero el agua no se tira, pasa al otro tramo y así sucesivamente se empieza a presurizar todo el sistema”.
Más adelante completó el proceso, señalando “La presurización se hace lentamente, no se llena de gas habiendo aire en el ducto y el efecto del agua es desalojar el aire y precisamente hoy existen válvulas especiales que hacen la presurización lenta y reguladamente, pero más segura que en la antigüedad cuando el proceso se hacía “a mano”.
Y terminó señalando “La presión que hay en un lado con respecto del otro es muy alta, normalmente 70 kg a cero y es un salto tan amplio que si no se regulara provocaría una expansión tan grande del gas que provocaría el congelamiento del propio gas y generaría problemas en las estructuras del ducto y las válvulas, poniendo en peligro no solo el sistema, sino la vida de mucha gente”.
Por esto que resumimos aquí, la farsa del gobierno tratando de hacerle creer al pueblo que realmente hacía una inauguración falsa de un gasoducto, solo por razones políticas, toma una repercusión tan inmensa que obligó al propio gobierno y a los medios públicos, quienes habían vendido el acto como una “inauguración épica” de esta gran obra energética, a volver sobre sus pasos y reconocer la mentira. (Agencia OPI Santa Cruz)