Milei furioso, Torres patotero, Vidal moderado. La falacia del corte de suministro de petróleo y la gravedad que implica utilizar al Sindicato de Petroleros para extorsionar políticamente al gobierno.

Hay una sola forma de cortar el suministro de petróleo a Nación y es “cerrando la canilla” desde las zonas productoras, en este caso Neuquén, Chubut y Santa Cruz, lo cual es imposible que ocurra porque detrás de toda esta discusión estéril hay empresas multinacionales que están amparadas por leyes, contratos y compromisos de inversión. Es decir, que la bravuconada del gobernador Ignacio Torres de “secar de hidrocarburos al gobierno nacional”, es una farsa, un verdadera y real estupidez que no podría llevar a cabo en una democracia, así como Milei hace algunas cosas que no respetan a la propia Constitución nacional y genera rispideces, a mi criterio, innecesarias.

La única forma que los gobernadores de Chubut, Santa Cruz y Neuquén puedan obstruir el flujo de petróleo para perjudicar al gobierno (y al país), es generando huelgas, bloqueos de caminos o salida de camiones y paralización de actividades en los pozos y eso solo lo puede conseguir a través del Sindicato de Petrolero Privado, es decir, los mismos trabajadores que se sirven de la producción petrolera para cobrar sus salarios que en el último año se vieron incrementados el 153% y en lo que va del año ya pactaron un incremento del 53% más, deberían arriesgar sus puestos de trabajo y su relación con las empresas privadas, para servir a un capricho político de algún gobernador trasnochado que como Torres hizo un frente común en la legislatura provincial, porque sabe perfectamente que no es viable la amenaza que hizo, en un estado de derecho.

Y esto lleva a analizar un nuevo gran problema, el involucramiento del sector petrolero en cuestiones de orden estrictamente políticas, por los enfrentamientos que tienen gobernadores y el presidente, como si se tratara de un toma y daca, con recursos y plata que son de todos los argentinos, desde la Quiaca a Tierra del Fuego.

A la vista del problema que podría sobrevenir, el Sindicato de Petroleros Privados de Neuquen, Río Negro y La Pampa, que en su zona de influencia incluye el mayor yacimiento del país y el continente (Vaca Muerta) advirtió que no realizará ninguna medida en ese sentido y abogó por la continuidad del diálogo.
Claudio Vidal, gobernador de Santa Cruz, si bien inicialmente apoyó la idea del reclamo, se mantiene cauto ante la escalada de violencia verbal de su colega chubutense, quien, hasta el momento contaría con la palabra de su amigo “Loma” Ávila, al frente del Sindicato de petroleros de esa provincia y el sindicato de camioneros en Chubut, que respaldan a Torres, pero hasta el momento, solo en el discurso.

Dicho esto, digamos que ningún gobernador puede legalmente, interrumpir el fluido de petróleo o el gas, para perjudicar al gobierno nacional y solo, como dijimos, lo podría justificar a través de la acción directa de los sindicatos petroleros, con todas las consecuencias que ello acarrearía para los trabajadores y los dirigentes involucrados. Pero además, porque se establecería un nuevo paradigma de poder en la Patagonia: la hegemonía del sindicato petrolero por sobre los intereses de la nación; y eso, seguramente, el actual presidente Javier Milei no lo permitiría, profundizándose el caos y la incertidumbre, no solo desde lo político sino en lo estrictamente comercial y de producción, en momentos en que el país más lo necesita y donde la producción hidrocarburíefera es parte importante de esa ecuación. (Agencia OPI Santa Cruz)