El hecho ocurrió en horas de la madrugada. La revuelta fue contenida por los efectivos de Infantería y actuó el Juzgado de Instrucción 1. Se vivieron momentos de mucha tensión en la Seccional Primera.
Pasadas las 04:00 horas del lunes se vivieron momentos de mucha tensión cuando el personal policial que estaba de guardia intentó dialogar con los internos pero casi hieren al policía, ya que se acercó a una ventanilla que posee la puerta de acceso y desde allí uno de los detenidos intentó agredir al suboficial, empleando una varilla de calefactor que hay en el pabellón.
Ante ello, se cerró la ventanilla y los amotinados continuaron con su agresión golpeando e intentando derribar la puerta de acceso y por tal motivo se dio intervención al Juzgado de Instrucción N° 1, el cual está de turno, indicándose que se debía dar intervención a Infantería ya que no se podía controlar.
Los internos habían comenzado a quemar papeles y rompiendo elementos que había dentro del pabellón. Ante esta circunstancia se requirió dos testigos hábiles, haciéndose un acta de constatación antes de que ingrese el personal especializado y una vez que llegó ese personal se permitió el ingreso al pabellón logrando la contención y reducción de los sublevados.
Luego de esto y con mayor tranquilidad se solicitó la presencia del médico policial de turno, quien se encargó de examinados y posteriormente se realizó un acta de extracción sanguínea para saber si estas personas estaban bajo los efectos de alguna sustancia prohibida.
Cabe agregar que en la Comisaría Primera se alojan 9 detenidos, y es un lugar donde debería tener como máximo seis internos, la Comisaría Primera está superpoblada, esta sobre exigida la dependencia, pero no es la única, casi todas las Comisarías de la provincia están en esa misma condición y hasta en algunos casos peor.
“Cuatro de los insurrectos fueron trasladados a distintas dependencias de Río Gallegos y los otros cinco quedaron en la primera a la espera de algún otro destino” , manifestó una fuente a Santa Cruz en el Mundo.
En el lugar también se hizo presente el personal de la División Gabinete Criminalístico, quienes se encargaron de su tarea específica, tomar imágenes del lugar y videos del procedimiento.
Casi como conclusión final se indicó que uno de los internos había solicitado que sea alojado en otra unidad, situación que surgió en el momento de la revuelta. Es decir, no había ninguna nota ni formalidad donde se solicite lo que después manifestó.
También se precisó que durante la contienda hubo amenazas al personal policial, indicándose que los quemarían con agua hervida y era tal la alteración que trataron de agredirlos físicamente con los elementos que fueron rompiendo de los calefactores. Afortunadamente no hubo personas heridas.