Es en la causa que investiga el pago de coimas por parte de Skanska en la construcción de obras de gasoductos. Los exfuncionarios en el área de Energía durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández también fueron embargados en más de 400 millones de pesos cada uno. Camerón dejó la función nacional en 2014 cuando fue designado asesor en Servicios Públicos de Santa Cruz por el entonces gobernador y actual diputado provincial, Daniel Peralta, tres años después obtuvo la jubilación por la Caja de Previsión de la provincia.
La Cámara Federal confirmó los procesamientos de Daniel Cameron, exsecretario de Energía durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, y de Fulvio Madaro, quien presidió el Enargas cuando se pagaron sobornos por la obtención de contratos de construcción de gasoductos que realizó la empresa sueca Skanska.
Según publicó el periodista especializado en temas judiciales, Hernán Cappiello, en el diario La Nación, se trata de la parte residual del expediente que tiene en sus manos el juez federal Sebastián Casanello y que investigó con el impulso del fiscal Carlos Stornelli. El resto del caso, con Julio de Vido y José López como principales acusados y otras 29 personas, ya está elevado a juicio oral y público en el tribunal oral federal N° 4. Allí están procesados los ejecutivos de Skanska.
La secretaría de Energía y el Enargas intervinieron en los contratos por lo que se confirmó el procesamiento de los exfuncionarios como coautores de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y cohecho (coimas) pasivo. El mismo fallo que confirmó el procesamiento también ratificó el embargo de $401.426.783 a cada uno.
El regreso a Santa Cruz, y la jubilación por la Caja de Previsión
Daniel Camerón dejó la función nacional en 2014 cuando renunció tras once años de estar al frente del área de Energía durante las gestiones presidenciales de Néstor Kirchner, y de Cristina Fernández.
Tras su alejamiento del cargo nacional, Cameron fue designado asesor en Servicios Públicos de Santa Cruz por el entonces gobernador y actual diputado provincial, Daniel Peralta. Tres años después obtuvo la jubilación por la Caja de Previsión de la provincia.
Durante los primeros años de la gestión de Néstor Kirchner como gobernador, Cameron se desempeñó en Servicios Públicos y en el Ministerio de Economía.
En el fallo de la Sala I de la Cámara Federal fue dictado los jueces Leopoldo Bruglia, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi escribieron: “Se advierte la existencia de un acuerdo espurio para la adjudicación de las obras a cambio de dinero, el cual abarcaba la modalidad para llevar adelante los pagos ilícitos. Con esa finalidad se habría montado un sofisticado aparato de generación de facturas, libramiento de cheques, endosos, depósitos y liquidación en efectivo, destinado a ocultar y garantizar la entrega del dinero a los funcionarios públicos”.
Respecto a Cameron y a Madaro, los jueces dijeron que “las actuaciones administrativas muestran que los encartados tuvieron una injerencia decisiva en la elección de los procesos de contratación, la selección de ofertas y la adjudicación de las obras, incluida la aprobación y justificación de los incrementos de costos”.
En los concursos se detectaron mayores costos por cerca de 20 millones de dólares entre el presupuesto inicial y lo finalmente aprobado, dijeron los jueces. Se pasó de licitación pública a concurso privados de precios. Esa situación implicó acuerdos entre las empresas que terminaron en sobreprecios –consentidos por los funcionarios-por unos 185 millones de pesos al valor de entonces. Además las coimas a los funcionarios se calcularon en 14 millones de pesos.
La confesión de los sobornos
Una de las pruebas clave es una grabación en la que un ejecutivo de Skanska, Javier Azcárate, confiesa ante un auditor de la empresa los pagos de sobornos. Las grabación indica que desde Skanska se efectuaban pagos ilícitos con la finalidad de asegurar la adjudicación de las obras. Las contrataciones ya estaban “arregladas” y que en realidad no había competencia con otros oferentes. “El mercado éste es así y el negocio éste es así en la Argentina, ahora en más es así, por lo menos en esta etapa va a ser siempre así y somos prolijos y lo hacemos bien, o no laburamos”, señaló.
Asimismo, Azcarate reconoció la salida de dinero de Skanksa mediante pagos simulados con facturas falsas por servicios no realizados y que estaban destinado al pago de funcionarios del Enargas y Nación Fideicomisos. El ejecutivo explica asi la adjudicación de las obra: “Fue un 5% de todos los contratos, divididos en un 3% a Enargas y un 2% a Nación Fideicomisos, más los costos de la operación”. Dijo “las líneas están arregladas, hay que poner el 7,5 % más los costos que te salen”, y agregó: “Y ya sabíamos de antes de hacer la propuesta que la íbamos a ganar y que son 100 millones de dólares”.
Los jueces, asimismo, validaron la grabación de esa confesión: “La grabación procedente de la auditoría interna de Skanska, teniendo en cuenta la resolución adoptada por el superior, no hay razones para excluirla como prueba, ni restarle fuerza convictiva”.
La causa lleva décadas y es el primer caso de corrupción del kirchnerismo. Estuvo a punto de naufragar, a pesar de la prueba tan explícita, cuando pasó por el juzgado del fallecido juez Norberto Oyarbide, hasta que el impulso fiscal y la tarea del juzgado de Casanello permitieron elevar el caso a juicio y ahora completar la instrucción de lo que quedaba de este expediente.
La investigación se inició en 2005. En 2011, un peritaje de la Corte Suprema, descartó que haya habido “sobreprecios” y los acusados fueron sobreseídos. En 2016, luego de que fuera incluida la grabación clave, el caso fue reabierto. El 3 de noviembre de 2017, Casanello procesó por cohecho a directivos y exdirectivos de varias empresas, incluida Skanska, y por cohecho y administración fraudulenta a exfuncionarios públicos. Esa parte fue a juicio y ahora se confirmó el procesamiento del resto de los procesados.
Fuente: Nota de Hernán Cappiello en La Nación.