Segun Claudio Vidal hay un Intendente en la provincia de Santa Cruz que usa de bandera política la defensa de la educación y los emprendimientos privados pero atenta contra ellos. Quiere cobrarle casi 100.000.000 de pesos por el terreno a las Escuelas del Viento, una escuela mutualistas.
Lejos de incentivar el desarrollo de la educación en Santa Cruz y con la lógica de siempre de “hacer caja” intenta cobrar cifras desmesuradas a una institución que no percibe ningún fin de lucro y representa un gran avance por sus características para los barrios de la zona.
La escuela está pensada para albergar 900 alumnos de la capital y localidades cercanas. Cuenta con tres niveles: inicial, primario y secundario técnico con orientación en producción agropecuaria.
Será la primera técnica de gestión mutualista y la segunda con esa orientación en la provincia, después de la Agropecuaria de Gregores.
El establecimiento tendrá una cuota similar a la de los colegios confesionales, y será financiado por el Sindicato Petrolero y Gas Privado de Santa Cruz a través de la Mutual “12 de Septiembre”.
El objetivo del proyecto es capacitar y formar profesionales y emprendedores para un sector histórico de Santa Cruz que fue olvidado por la política que gobernó la provincia en los últimos años, el campo.
Por otra parte, se sabe que el intendente Pablo Grasso suele financiar sus intereses privados y políticos a través de los cargos que ocupó, recordemos por ejemplo la denuncia penal que hizo la Vocal en minoría del Tribunal de Cuenta, Dra. Yanina Gribaudo, en virtud de un dictamen del organismo.
Este hecho no deja de confirmar una vez más el doble discurso que caracteriza a la política kirchnerista, y la voracidad de muchos dirigentes por recaudar y “exprimir” a los riogalleguenses que buscan desarrollarse y crecer en un contexto cada vez más difícil.
La caja negra de Pablo Grasso y la larga sombra de sospechas y denuncias que pesan sobre él no dejan más que confirmar que a diferencia de la escuela en cuestión, su gestión busca siempre la ganancia personal.
Fuente: El CALETENSE