Y como lo habíamos anunciado “la lucha de Sergio Massa con el FMI”, era precisamente, haciendo todo lo contrario a su discurso, acatando, pagando, cumpliendo y sometiendo a la sociedad argentina a una nueva y brutal devaluación del dólar que pegó un salto y subió 24 pesos, batiendo su propio record y encontrándose hoy en la City a $ 552,00 y en ascenso.
No hay otra verdad que la realidad. Más allá de los discursos difusos y de la falacia discursiva del Ministro de Economía, que pretende tomar a la sociedad por estúpida, lo que vive el argentino medio se siente en el bolsillo, en la calle, en las góndolas y en la mesa. El índice de inflación histórico que vive el país, es producto de la labor incansable de este gobierno de científicos, representado por la marca del huevo frito y encarnado por Alberto Fernández, Cristina Fernández y el inefable Sergio Massa que como candidato, es el mejor salvavidas de plomo que pudo haber elegido la vicepresidente, quien de elegir postulantes políticos, no sabe mucho.
Dentro de esa estrategia de Massa y Cia, el gobierno pretende minimizar la suba del dólar que ya pasó hace rato la barrera de los $ 550 y sacar de la campaña la presencia del FMI que hoy representa para el kirchnerismo una verdadera contradicción pues, debe dar cumplimiento a lo que le piden y tiene que convencer al electorado que con el organismo está todo bien y lo malo que ocurre es culpa de Macri.
Massa y el incongruente Gabriel Rubinstein siguen en un salsipuedes económico, pretendiendo que la bomba le explote al que venga, pero los tiempos tan cortos le han corrido el límite que hoy está fijado en el 13 de agosto, el día de las PASO. Si las preferencias electorales de la gente no coincide con el gusto de Massa y Cristina, se presume una debacle autoinflingida por este gobierno de ineptos, que liberará el caos económico total y definitivo, para hacerle pagar a la sociedad argentina el precio de no haberlos elegido para seguir en el poder.
Sin embargo, ninguno de los postulantes para la presidencia es claro y contundente a la hora de decir, expresamente, lo que van a tener que hacer si ganan la presidencia. Eso mismo que el próximo va a tener que blanquear, Massa lo hace en cuentagotas: devaluar, empobrecer, aumentar la pobreza, la indigencia y cerrar la economía de manera brutal demencial, que destruye todo tipo de comercio e industria, de la poca que aún queda.
Estamos ante la peor versión del gobierno kirchnerista que supimos conseguir en el 2019. Hoy a meses de la finalización del mandato, tenemos un presidente ausente, un Ministro de Economía, padre del caos económico que nos hace un relato para salvar su candidatura a Macondo y una vicepresidente solo preocupada por sostener, por ejemplo, a la jueza Ana María Figueroa para mantener abierta las puertas de su impunidad.
El mazazo que le ha dado Sergio Massa al país, con esta devaluación galopante que no puede contener por más relato que aplique, se está llevando puesto a la Argentina y a su horrible candidatura de aprendiz de Maquiavello, quien alguna vez prometió borrar a los “ñoquis de la Cámpora” y hoy, junto con esos ñoquis, nos cocina a todos los argentinos en esta olla de inutilidades en la que ha transformado a este gobierno, el cual, de científico, no tiene absolutamente nada. (Agencia OPI Santa Cruz)