Pablo Grasso dijo que si lo eligen gobernador “hará lo que hizo en Río Gallegos”. Suficiente antecedente para analizar seriamente cada voto

Sin duda, el intendente de Río Gallegos,  Pablo Grasso, está convencido que su gestión personalizada al frente de la comuna, es descollante y digna de ser imitada. Ello resulta de las expresiones vertidas en Caleta Olivia y que fueron destacadas en medios de esta capital, cuando expresó “Como intendente de Gallegos me faltaron cosas, pero no pueden decir que Gallegos no cambió; lo que hice en Gallegos lo quiero llevar a todos los puntos de Santa Cruz”.

Las palabras de Pablo Grasso no son una promesa, es una advertencia. El Intendente de Río Gallegos, desde que asumió en la comuna en el año 2019, ha sumido a la administración municipal en el más oscuro secretismo, ha dilapidado recursos en obras estéticas que no tienen ninguna utilidad funcional para los vecinos, ha cartelizado la obra pública, siguiendo el modelo de Néstor Kirchner, Cristina y Lázaro Báez; ha generado una economía de amigos, ha salteado los mecanismos constitucionales y democráticos como el Concejo Deliberante, ha desconocido permanentemente la Ley de Contabilidad y con la cobertura y complicidad del Tribunal de Cuenta, ha obviado los controles institucionales, usando las manos en el espacio deliberativo para forzar decisiones personales.

No es ajeno Pablo Grasso a la forma de conducción autoritaria y corrupta, como lo hacía a quien el intendente pretende emular: Néstor Kirchner. La falta de información de sus manejos financieros, la forma personalizada de decidir en qué, cuánto y cómo “invierte” los fondos públicos, la costumbre de tener que rehacer las obras mal hechas, a costos que nadie conoce, con empresas amigas de su gestión beneficiadas con permanente “redeterminaciones de precios” y sin penalidad por parte de los organismos de control ni de la justicia que nunca hizo viable las denuncias de la oposición, son parte de la forma de conducir la intendencia de Grasso, esto sin contar los negocios inmobiliarios con tierras fiscales y la adjudicación (o desadjudicación) de predios, plazas y espacios verdes, para cederlos a socios financieros o comerciales, que subyacen en la oscuridad de las decisiones políticas que toma el actual intendente, candidato a gobernador.

Si Pablo Grasso pretende trasladar a la provincia el ejemplo de su gestión, es razón suficiente para que el votante de Santa Cruz conozca con anticipación el destino que va a tener la provincia, porque el ejemplo de cómo administró Río Gallegos, está a la vista.

Uno de los ensayos de conocimiento básico de la obra del Intendente local que puede hacer el lector, es colocar en el buscador de OPI Santa Cruz palabras claves como “Pablo Grasso”, “Municipalidad de Río Gallegos” o similares y allí se desplegará ante sus ojos, los títulos de los únicos informes que va a leer en medios de la provincia, sobre la forma en que Pablo Grasso ha gobernado y gobierna, el municipio de esta capital y cuál es el modelo que si gana las elecciones, va a llevar a la provincia. (Agencia OPI Santa Cruz)