Senado: una asociación con fines de lucro, integrada por personajes cobardes, corruptos y cínicos que actúan corporativamente cuando el interés común les cruza el bolsillo

El autoaumento de los senadores que llevaron de 1,5 millones a 4 millones su “básico” y a casi 8 millones de pesos el “sueldo de bolsillo”, es solo una afrenta más de la clase política en general hacia la sociedad en particular. Y en esto no hay ningún inocente, ya sea por acción o por omisión.

Por acción están todos y cada uno de los senadores que levantaron la mano para aprobar este dislate en medio de un país deprimido, fundido y una población hambreada en más de un 50%, sin la mínima empatía con quienes los pusieron allí ni la vergüenza necesaria para cuidar las formas. Entre estos indignos están los tres senadores de la vergúenza provincial, Alicia Kirchner, José Carambia y la ignota Gadano.

Por omisión, la otra parte que se siente culposa de haber colaborado con el silencio (y no tanto), con la manito tensa detrás de una mesa corta, como lo mostró el sinvergüenza de Lousteau o liquidando el trámite en 51 segundos, desde que la presidente del Senado Victoria Villarroel empezó con el ritual (esta vez super acelerado) de provocar la votación, haciendo todo lo posible “para que no se note”.

Sin duda, todos los senadores sin excepción de cuál o qué partido, incluyendo la Vicepresidente, conocían el proyecto y tenían plena conciencia de los que venía para el final de la sesión. Ella misma se encargó de reafirmar que cada bloque conocía el objetivo del documento que entró para ser tratado “sobre tablas”, es decir sin debate en comisiones y que de manera expeditiva, primero los legisladores votaron para aceptar el tratamiento “in situ” y a los 16 segundos posteriores, estaban votando a mano alzada la aprobación, supuestamente por los dos tercios de los presentes, algo también de dudosa veracidad, por cuanto nadie contó las manos “afirmativas” y tampoco contó las “manos negativas”, en este último caso porque tampoco las hubo; es decir que, como reza el dicho “el que calla otorga”. Todos, sin excepción, por acción u omisión votaron afirmativamente para llevar a más del triple el salario de cada senador.

Los Senadores se aprobaron un fuerte aumento en sus dietas 


Si faltaba algo más para confirmar la complicidad de todos los legisladores y de la propia Presidente del Senado, basta decir que desde a presentación del proyecto a cargo del Senador Juan Carlos Romero, se hizo referencia al número del mismo, pero evitaron mencionar el nombre del proyecto, porque no querían decirle a la opinión pública que se trataba de un aumento de sueldo del Cuerpo.

El mismo comportamiento tuvo la Presidente Villarroel, que cuando pidió la votación por la afirmativa (y obvió el pedido por la negativa), también se refirió al proyecto por el número y no con la mención del objeto por el cual se ingresaba a la sesión sin debate ni tratamiento previo.

Sin ninguna duda el Senado ya no tiene “El salón de los Pasos Perdidos”, sino que debe rebautizarse como “El Salón de los Pesos Perdidos”, tras una ridícula, infantil, absurda y patética movida de los representantes de cada provincia por triplicar sus ingresos, urgidos por convalidar sus privilegios a espaldas de la gente que los votó y autovalorizándose indebidamente, porque no existe entre un senador y lo que produce, una necesaria coherencia y reciprocidad.

Un senador español gana 3.000 Euros y un sueco gana 3.900 euros; un argentino embolsa más de 7.000 euros por todo concepto, cada uno lleva entre 20 y 50 asesores, hace ingresar al senado amigos, militantes y familiares y de acuerdo a las estadísticas del Congreso, el año 2023 solo se juntaron a debatir seis veces en 12 meses.

Sin duda no valen lo que cuestan. Son cínicos compulsivos que medran en campaña para lograr el voto y cuando logran su banca se atornillan, hacen la suya desconociendo cualquier mandato previo y trabajan para negociar privilegios y enriquecerse desde el Congreso donde tienen 6 años de impunidad garantizada.

El presidente MIlei puso la frutilla del postre enojándose y aludiendo a “la casta”, cuando integrantes de su propio partido firmaron el proyecto y quienes no lo firmaron lo votaron en silencio.

Cuando tengamos la versión taquigráfica vamos a dar a conocer a todos y cada uno de estos políticos de cabotaje que acceden a sus bancas para engordar sus bolsillos y hacer negocios con el hambre del pueblo argentino. Y veremos de recordarle a la gente, previo a cualquier elección por venir, quiénes son, qué hicieron y por qué no hay que votarlos nunca más, ni a ellos ni a los que estos sinvergüenzas propongan. (Agencia OPI Santa Cruz)